Por: Marcial Blandón
La directora nacional del Partido de la U y precandidata a la presidencia de la República por esa colectividad política pasa un mal momento ante la opinión pública nacional por dos hechos que la tienen en el ojo del huracán, los cuales no han pasado inadvertidos para sus opositores que la han devorado en las redes sociales.
El haber celebrado (que es perfectamente válido) un contrato con la Escuela Superior de Administración Pública ESAP, por valor de $72 millones, en plena época de pandemia cuando se pide austeridad en el gasto desde todos los sectores de la sociedad y su férrea oposición a la Reforma Tributaria que presentó el Gobierno Nacional, que pide no grabar los productos básicos la canasta familiar, le fueron enrostrados por el Representante a la Cámara por Bogotá Gabriel Santos, que entre otras cosas la comparó con el «diablo haciendo ostias»
Al mismo tiempo se conoce la noticia de la demanda que presentó la doctora Dilian Francisca Torres, en contra de la Nación que aspira a gobernar por una millonaria suma de dinero cuando fue privada de la libertad siendo Senadora de la República. No puede existir mayor incoherencia en quien aspira a regir los destinos del Estado, demandándolo por su presunta responsabilidad en el proceso que la privó de su libertad.
Ambos casos se conocen cuando Noticias Caracol y Blu Radio, publicaron una reciente encuesta que mide la intención de los colombianos para elegir el próximo Presidente de la República, sondeo en el que le dan escasas posibilidades a la ex-gobernadora del Valle, para acceder a la nominación presidencial en lo que se ha denominado el sector de los «ex-gerentes territoriales»
Aunque Dillian Francisca Torres, no alcance una figuración nacional que la meta en la puja presidencial, no se puede desconocer el enorme poder con el que cuenta en el Valle del Cauca, donde el movimiento «Nueva Generación» que preside de acuerdo a los vaticinios, barrerá electoralmente en la región; en Tuluá, recuperó el poder del cual según sus más cercanos amigos espera no desprenderse durante mucho tiempo.
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El avasallador contagio del Covid-19, no respeta la condición de ningún ser humano. El último reporte de las autoridades indican que a la fecha en Tuluá, se ha contagiado con el virus 8.031 personas, se han recuperado 7.628, se mantienen 335 casos activos y lamentablemente han perdido la batalla 347 ciudadanos con el Coronavirus.
Las dos figuras públicas más importantes del Municipio son portadoras del virus, el alcalde John Jairo Gómez Aguirre y a quien se considera como el Jefe de la oposición a su gobierno, el concejal Jorge Alberto Castaño Parra. Es el momento de la solidaridad, de dejar a un lado la coyuntura política y pedir al Dios Todo Poderoso, por la recuperación satisfactoria de los dos líderes más importantes de la ciudad, las cadenas de oración y los cuidados médicos son dos alicientes poderosos para que puedan superar esta batalla como la que libran los demás tulueños que son presa del mortal bicho.
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Avanza el proceso de conformación del nuevo directorio municipal del Partido Conservador que deberá estar consolidado a más tardar el Viernes 30 de este mes con sus nuevos cuadros directivos. Lamentablemente la unidad de esa colectividad como en otrora no se va a dar.
Figuras importantes del conservatismo tulueño, no se interesaron ni tampoco participaron del proceso. El diputado John Jairo Caicedo Villegas, que ostenta la investidura por el partido azul no apareció en las convocatorias; Denny Osorio Villada, hoy contratista de Infituluá, no lo hizo ni siquiera a través de un delegado del Movimiento Popular Conservador del cual ocupó cargos importantes en el sector público y lo representó en el Concejo Municipal en varios períodos. Tampoco lo hicieron insignes dirigentes como Melquisidec Vela, que ya se matriculó en el partido de la U, ni el Contador Público Walter Oswaldo Rojas Gutiérrez; dicen que tampoco lo hizo el emblemático odontólogo Carlos Hernán Mena Lozano, acérrimo defensor de la Casa Conservador. «Partidos, bien partidos quedaron los azules en Tuluá».
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Foto Alvaro Pío Fernández
Parece que es inminente la salida de Diego Salazar, de la dirección del Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Tuluá, Imder. El destacado pesista brilló con luz propia en el deporte de la halterofilia, pero su labor como administrador del ente rector deportivo del municipio fue un total fracaso. Los «gabinetólogos» del parque Boyacá, le colgaron esta cuota burocrática al senador de la República del Centro Democrático John Harold Suárez Vargas, versión que siempre desmintieron los allegados al Congresista bugueño.
¿Será que el licenciado Jhon Harold Suárez Vargas, aboga la pésima gestión de quien dicen que es su pupilo y presenta nuevo candidato o candidata para que lo siga representando en el Imder? ¡O es la oportunidad para que de manera definitiva se sacuda de los que lo señalan como Jefe político de Diego Salazar, para que su grupo no herede la pobre gestión del deportista Olímpico!
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Con tristeza registramos el fallecimiento Diana Patricia Mondragón Cruz, quien se desempeñó en el cargo de Relaciones Públicas del Concejo de Tuluá donde sobresalió por su carisma y tesón.
Desde Dardos políticos, expresamos nuestra voz de condolencia y solidaridad con su hijo Stiven Melo Mondragón y su señora madre Ruby Cruz Duque. Paz en su morada eterna.
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