Tomando café #23

La decisión de no averiguar por un libro

Me acababa de sentar para saborear un exprés, cuando observé que en otra mesa cercana a la mía descansaba un libro; quise preguntarle a su dueño que leía pero me arrepentí porqué alcancé a leer sobre el lomo: Amar es ganarlo todo, Alberto Linero.

La frase evitó que preguntara y mientras seguía sorbiendo la tinta caliente y ácida, entré en una rápida reflexión que fue casi una meditación; supuse lo habido por leer, entonces me dije:

La frase es totalmente clara, precisa. Alguna vez escuché a Juan Gosaín decir algo así como que: “no es fácil ponerle título a una obra”, y tiene razón, un título debe llevar al futuro lector a indagar, a preguntarse, no a que adivine dado que la persona puede perder interés por la lectura. Si el título avisa demasiado su contenido, para mí, es aburrido; puede ser que me equivoque pero si voy pensando, tratando de adivinar que es lo que sigue, entonces no estoy leyendo.

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