Dardos políticos en tiempo de Coronavirus

Por: Marcial Blandón

Para nadie es un secreto que el partido Conservador en el Valle del Cauca, atraviesa una profunda crisis, que fue ahondado con el resultado electoral de las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo. Lo que no significa que la dirigencia de la colectividad azul esté acabada, solo pasa por un letargo que obedece a la confrontación de los grupos que han ostentado el poder y que los ha fraccionado tanto que resulta difícil que se respalden entre si cuando buscan el apoyo de sus electores

No se puede hablar de una colectividad en decadencia cuando ostenta tres curules en la Asamblea del Valle e igual cantidad de escaños en el Concejo Distrital de Santiago de Cali, y con el aval azul fueron elegidos seis alcaldes en las elecciones regionales de 2019. El Valle del Cauca, como Tuluá, cuenta con una dirigencia que, si sufre una reingeniería  interna, lo ponen nuevamente como un partido con vocación de poder

En Tuluá, es la segunda colectividad representada en el Concejo municipal. Conservan tres escaños en cabeza de Cristian Hernández, Carlos Arturo Londoño y Eliecid Ávila. Haber sido los segundos, después del alcalde John Jairo Gómez Aguirre, garantizó que el candidato avalado ocupara una curul en la corporación edilicia. Lamentablemente el mortal virus del Covid-19, le arrebató la vida a tan temprana edad al cuarto Concejal Jorge Alberto Castaño Parra.

Pese a que en Tuluá, varios de sus dirigentes han renunciado al partido, todavía existe una dirigencia nueva y de la vieja guardia que puede sostener la representatividad de la colectividad fundada por Caro y Ospina. Dirigentes como Rodrigo García Monsalve, Carlos Hernán Mena Lozano, Guillermo Lozano Palacio, Juan Rafael Carmona Rentería, cuentan con la suficiente credibilidad para impulsar, con las nuevas generaciones y una retroalimentación interna, para que esa vocación de poder se pueda reafirmar en las elecciones locales de 2023

***

Fue Marcos Efraín Montalvo Escobar, antes de ser acribillado por las balas asesinas que le cegaron su existencia que escribió en su muy leído perfil de Facebook, que un connotado grupo de comerciantes le habían  pedido al comerciante Carlos Arturo Londoño Marín, que considera su nombre para someterlo al escrutinio de los tulueños en las búsqueda de la próxima alcaldía, donde ese gremio estuviera representado en el primer cargo público del municipio con un auténtico vocero del gremio

El actual panorama político de la ciudad en el que ninguno de los que ha anunciado querer ser su alcalde levanta todavía el entusiasmo de unas amplias mayorías, pone en igualdad de condiciones a quienes han mostrado el interés de gobernar la localidad. Por eso precandidaturas como la del Concejal Londoño Marín, son perfectamente válidas, que pueden madurar en el tiempo. Carlos Arturo, es reconocido en la clase política, como un señor, serio en el cumplimiento de compromisos y prenda de garantía cuando empeña su palabra.

***

Quien ya está en las arenas movedizas de la fascinante actividad política en la Villa de Céspedes es el abogado especialista en derecho Administrativo Oscar Marino Tobar Niño. Después de ocupar varios cargos públicos el profesional del derecho se ha concentrado en el litigio donde ha alcanzado el reconocimiento como uno de los abogados administrativista  más exitosos que tiene el departamento; así se corrobora en los pleitos jurídicos que triunfa de manera permanente

Oscar Marino Tobar, une su nombre al abanico de candidatos que aspiran a ocupar el edificio de la 25 con 25 en Tuluá. Es un hombre experimentado en el sector público, fue candidato a la Asamblea departamental en el 2015 con el aval de la Alianza Social Independiente, ASI.  Para la alcaldía todo está por construir y Oscar Marino, aspira a ser el arquitecto de su propio proyecto político. Experiencia tiene de sobra.

***

Una verdadera tripleta es la que se consolida con los dirigentes tulueños Wilson Amador, Andrés Santacoloma y Diego Vélez. Los tres, probados en las urnas electorales han decidido juntar sus fuerzas, sello que se ha mantenido una vez se ha cumplido con la elección del Congreso y el presidente de la República. Se especulaba que esos certámenes electorales podrían dejar fisuras en esa unidad,  situación que se ha descartado de manera contundente.

Superada esa prueba de fuego, resta consolidar la unidad, definir quién será el candidato al Concejo municipal, el partido por el que presenten la aspiración y mantener la coherencia en la definición del candidato a la alcaldía que la tripleta decida apoyar. Si ese paso se da de manera coherente, observadores políticos indican que no solo alcanzarían la casilla en el Concejo municipal, sino que en la lista que inscriban el nombre pueden ser los primeros en el resultado electoral. Esos mismos opinadores dicen que los restantes candidatos pelearían  por las otras 16 curules ya que una estaría asegurada para la tripleta política de la Villa de Céspedes.

2 comentarios

  1. Le apuesto a la candidatura del señor Carlos Arturo Londoño,hombre integro que si bien no sea la solución, sería un paso a lograr la estabilidad de nuestro municipio por su gran conocimiento en administración, empresa,seguridad y sobre todo en solidaridad humana.

  2. Yo le apuesto al doctor oscar marino por ser un gran ser humano también a trabajado con el municipio tulua sería otra …. primero con la ayuda de Dios y con el doctor oscar marino

Responder a Olga lucia Rodriguez Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*