Por: Marcial Blandón
Ante la posible no participación del Grupo Significativo de Ciudadanos, GSC, “La Nueva Fuerza”, en las elecciones de 2023, que eligió en el certamen electoral de 2019, a la concejala Ivonn Karime Toledo, existe la natural controversia si el cabildante que representa al GSC, puede presentarse por otra colectividad política si su intención es la de refrendar su credencial en las urnas en el proceso eleccionario del próximo año.
Como la “Nueva Fuerza”, se constituyó como un Grupo Significativo de Ciudadanos después de reunir los requisitos que establece la Ley, tomó parte de las elecciones regionales de 2019, donde alcanzó representación en el Concejo de Tuluá, al no tener aún reconocimiento como partido político por parte del Consejo Nacional Electoral, CNE, y el mínimo interés que le asiste a su mentor de mantenerlo en la escena política local, todo conduce que el grupo no participará de la contienda electoral de 2023, en la Villa de Céspedes.
Al no estar el Grupo Significativo de Ciudadanos “La Nueva Fuerza” en la escena política local en las elecciones de 2023, la concejala Ivonn Toledo, queda en libertad para matricularse en un partido o movimiento si su intención es repetir concejalía. En 2019, sucedió idéntico caso. La abogada Martha Cecilia Londoño González, fue elegida en 2015, por el partido Opción Ciudadana. En las elecciones legislativa de 2018, el partido no alcanzó el umbral y por lo tanto perdió la personería jurídica para participar en las elecciones regionales de 2019.
Precisamente, en las elecciones de 2019, Martha Cecilia Londoño, siendo concejala elegida por el partido Opción Ciudadana, se presentó como aspirante a confirmar su curul por el Movimiento Autoridades Indígenas de Colombia, AICO, resultando ser la segunda en votación, después de Julio Cesar Morán Galindo, quien alcanzó el escaño en el presente cuatrienio.
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La invitación a la asamblea municipal que efectúa un grupo de ciudadanos militantes del Pacto Histórico para el viernes 30 de septiembre, a partir de las 6:30 pm, en la carrera 23 No. 16-76, 2º piso, en el barrio Maracaibo, deja entrever una especie de tufillo de división en las huestes locales de la colectividad en Tuluá. Que la invitación la extienda el “Comité Coordinador Provisional Pacto Histórico Tuluá”, conformado por Jenifer Ávila, Camilo Chacón, Jairo Zúñiga, Oscar Noguera y James Moncada, lo puede prever así.
Que aparezca un “Comité Coordinador Provisional”, por fuera de los sectores reconocidos del Pacto Histórico, que la invitación la extiendan un connotado grupo de ciudadanos de esa colectividad que no son reconocidos como coordinadores de los diferentes sectores en que está conformada la colectividad en la ciudad y que la asamblea sea convocada en un punto diferentes a las sedes donde funciona cada sector da a entender que algo pasa al interior del partido de gobierno en la Villa de Céspedes.
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Fue elegido como presidente del directorio departamental del partido Conservador el abogado y periodista Luis Fidel Moreno Rumié, dirigente de poco reconocimiento en el centro del Valle, pero de una amplia trayectoria en lo político y lo deportivo. Concejal de Cali, Representante a la Cámara, secretario General de la Gobernación del Valle del Cauca y reconocido como dirigente emérito del deporte vallecaucano.
Conducir la colectividad en el departamento de cara al certamen electoral de 2023, es uno de los mayores retos del nuevo dignatario del partido azul. Toma la dirección de un partido sin representatividad vallecaucana en el legislativo colombiano, con presagios de perder espacios en las dos corporaciones administrativas más importantes del departamento como lo es la Asamblea y el Concejo Distrital de Santiago de Cali, y confeccionar listas para municipios como Tuluá, donde no hay espacios electoralmente, es la apuesta.
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En tierras del “Tío Sam” o en la “gran carpa”, como se conoce a los Estados Unidos de América, se encuentra radicado John Edwar Espinal Vargas, conocido cariñosamente entre su nutrido grupo de amigos y familiares como “El Topo”, de grata recordación como integrante del grupo de agentes de tránsito adscrito al departamento administrativo de Movilidad y Seguridad Vial, durante el gobierno del Cambio.
John Edwar Espinal Vargas, hace parte de una familia de tradición política en la Villa de Céspedes. Su hermana Jakeline, se presentó como candidata al Concejo municipal, en 2015, bajo el aval del Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS, en 2019, su otro hermano Julián Andrés, se candidatizó a la Corporación edilicia en representación del Movimiento Autoridades Indígenas de Colombia, AICO. Los amigos de John Edwar, se preguntan si una tercera aspiración familiar al Concejo, sería de su interés una vez retorne de la “gran carpa americana”.
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