Dardos políticos en tiempo de Coronavirus

Por: Marcial Blandón

Las alianzas son fundamentales para alcanzar el éxito en la actividad política, de ellas dependen el logro de los objetivos. A un año y diez días de las elecciones regionales en las que se elegirán los nuevos mandatarios regionales en las alcaldías y gobernaciones y se conformaran los Concejos municipales, las Asambleas departamentales y las Juntas Administradoras Locales, en los municipios donde están constituidas, las alianzas políticas comienzan a florecer por doquier.

En Tuluá, se consolida la alianza entre los movimientos “Nueva Generación” y “Tuluá líder”.  En ella se gestó en 2019 el triunfo del hoy alcalde de los tulueños John Jairo Gómez Aguirre, que tuvo el respaldo de colectividades como el Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS, el partido Colombia Renaciente, el partido de Reivindicación Étnica “PRE”, más otros actores políticos que llegaron gracias a la solidez que garantizaba la alianza entre Dilian Francisca Torres y el grupo  político fundado por el mandatario  de la Villa de Céspedes.

Todo indica que la alianza entre los dos fuertes organizaciones políticas se mantendrá para el certamen electoral de 2023, lo que garantiza en buena parte una enorme posibilidad de triunfo para seguir ostentando el poder en Tuluá. En ese orden de ideas y si la ruta de éxito se mantiene, entre Ever Villegas, Hernán Cifuentes, Javier Jaramillo, Eusebio Ducuara, Luis Fernando Ocampo, Melquisedec Vela Gómez, Jorge Alexander Gallego o Llener Darío Borja, estaría el sucesor de John Jairo Gómez Aguirre.

Si Dilian Francisca Toro Torres, define ser candidata a la Gobernación del Valle, apalancaría la candidatura a la alcaldía de quien resulte ganador en la gran encuesta de marzo de 2023. No obstante, todo se podría ir al traste si llegase a presentar una división entre los actores que participan de la encuesta donde los perdedores no respeten el resultado final.  De hecho, ya se escuchan voces en el sentido en que si tal o cual no gana armaría tolda aparte.

El Pacto Histórico, que estuvo por encima de los 52 mil votos en las elecciones de segunda vuelta presidencial, puede ser una alternativa de poder para las elecciones locales de 2023. Para ello deben concurrir varios factores. Que el candidato que surja del consenso de las diferentes vertientes en las que está dividida la colectividad en la Villa de Céspedes, pueda aglutinar esa fuerza electoral que le dio el triunfo en la ciudad a Gustavo Petro. En el numeroso abanico de candidatos todavía no surge el nombre de candidato o candidata que enamore al electorado tulueño.

Las elecciones locales dependen en sumo grado de la maquinaria electoral, la misma que fue derrotada estruendosamente en las elecciones presidenciales. Aunque son certámenes electorales totalmente diferentes, el Pacto Histórico deberá entonces nutrirse burocráticamente para enfrentar las poderosas estructuras electorales del partido de la U, que posee tanto el gobierno departamental como el municipal, donde llegarán con fuertes nóminas paralelas en ambos gobiernos, poder de contratación y chequera abultada.

La candidatura a la Gobernación del departamento de Alexander López Maya, jalonaría una aspiración de quien surja ungido por el Pacto Histórico. Un buen gobierno de Gustavo Petro, en los próximos doce meses motivaría a un cambio en lo local si logra sintonizarse con una ciudadanía como la tulueña, donde el hoy presidente venció sin atenuantes en las consultas de los partidos y en las dos vueltas presidenciales. 

Las que se denominan tercerías también pueden llegar a alianzas, aunque no se vislumbran desde que sectores políticos se puedan hacer. La más notoria puede ser la del arquitecto Rodolfo Ramírez Álvarez, de quien se dice contaría con el apoyo del Congresista Liberal Álvaro Monedero y el exgobernador del Valle Juan Carlos Abadía Campo. Si Rodolfo Ramírez, fuera candidato a la alcaldía de Cali, la alianza con Abadía podría ser nociva, pero en Tuluá, donde se está alejado del escándalo de EMCALI, ese apoyo es vital para fortalecer su candidatura.

Ni Marco Alejandro Arbeláez, ni el pastor Marcos Urrutia Ramírez, por ahora sellan alianzas importantes con sectores políticos; el primero cuenta con la experiencia de dos campañas electorales y el segundo con el suficiente tiempo para crecer en reconocimiento ante la opinión pública. Si las elecciones fueran el domingo próximo sus opciones de triunfo son mínimas, pero como estamos a un año largo de ellas, cuentan con el tiempo suficiente para consolidarse dentro del electorado tulueño.

El anterior panorama político cambiaría ostensiblemente si el exalcalde Gustavo Adolfo Vélez Román, decide postular su nombre para repetir alcaldía. De hacerlo, tendría enormes opciones de triunfo, goza de reconocimiento ante la opinión pública, el voto de opinión de los tulueños juega a su favor, la ola de criminalidad que azota sin compasión la ciudad de la cual se ha visto afectado es un factor que reclama la ciudadanía para que regrese al edificio de la 25 con 25.

Gustavo Vélez, podría ser candidato por el partido Conservador, nominación a la que aspira el actual concejal de ese partido el comerciante Carlos Arturo Londoño. Vélez Román, podría canalizar el descontento de la clase dirigente con el actual gobierno, sellaría alianzas con sectores políticos de corrientes disímiles, que ven en una eventual candidatura del exalcalde la posibilidad de resarcimiento por posibles maltratos del actual establecimiento.

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