A pesar de la «Ley de punto final» las EPS les siguen mamando gallo al Gobierno y a las IPS

Con el Hospital Tomás Uribe Uribe tienen una deuda acumulada de $70.000 millones y no le han cancelado un solo peso por los servicios prestados con motivo de la pandemia.

Por: Marcos Montalvo Escobar

La tan cacareada «Ley de Punto Final» del Presidente Duque, con la que, presuntamente, las EPS cancelaría todas sus deudas a clínicas y hospitales no ha sido más que un cuento tan chino como la pandemia porque la situación es igual o peor que antes.

Para comprobar tal afirmación basta referir la situación del Hospital Departamental Tomás Uribe Uribe, que es la misma de todas las clínicas y hospitales del país.

De acuerdo con declaraciones concedidas al Noticiero Regional de la emisora Guasca FM (94.1) por el gerente Felipe José Tinoco Zapata, las E.P.S le adeudan a nuestra institucion hospitalaria $70.000 millones; y para agravar las cosas tampoco le han pagado un solo peso de la facturación relacionada con el covid-19.

Según el funcionario,las IPS (clínicas y hospitales) no han visto por ningún lado los recursos de esa Ley porque las cuentas de punto final no se han podido conciliar púes parece que a las EPS no les interesa o no les conviene que en sus contabilidades aparezca la cifra real de sus acreencias.

Adicionalmente las EPS siguen «mamandoles gallo» a las IPS. No les pagan el 50% de los servicios prestados al momento de ser radicadas las cuentas, no les tramitan las glosas y les devuelven las cuentas con cualquier pretexto. Suerte diferente corren las llamadas I.P.S. de garage que hoy, por falta de eficientes y eficaces controles, proliferan en todo el territorio nacional y hacia las cuales ciertas EPS están dirigiendo la contratación de servicios en razón de los nexos de amistad que las unen.

A pesar de conocer plenamente tal situación, la Superintendencia de Salud se ufana diciendo que ya la tiene clara, pero el dinero todavía no fluye para las IPS en contraste con lo ocurrido con las EPS que solventaron sus problemas económicos, ya que recibieron la plata de la compensación sin invertir un peso en salud.

A tan desalentador panorama, Tinoco Zapata llama la atención de los gobiernos locales, departamentales y nacional para que cumplan cabalmente con las funciones legales que les corresponde frente a hechos como los denunciados por él.

A su juicio, los gobiernos locales deben ser rigurosos con las acciones de vigilancia, hacerle interventoría al régimen subsidiado, exigirles a las empresas aseguradoras, como Emsanar, que el dinero que les paga el Municipio por su subsidios sea invertido en las instituciones hospitalarias de sus municipios especialmente en las instituciones que se preocupan por tener oferta completa e integral de servicios, no en IPS de garaje ni en las de sus amigos .

A nivel departamental se requieren rigurosa vigilancia y estrictos controles a las empresas que se habilitan como IPS fortaleciendo las visitas de ley con el fin de comprobar si esas entidades están cumpliendo los requisitos de ley.

Y en cuanto a la Superintendencia de Salud lo obvio es que proceda sin temor a cerrar las EPS que actúan irregularmente y mantenga aquellas que realmente cumplen sus obligaciones con las IPS y respetan la prestación de sus servicios.

«La pandemia develó, desnudó lo que ya decíamos, lo que se sugería o se suponía; la pandemia dejó en evidencia que las EPS no son unos intermediarios sino unas instituciones voraces en términos de captar los recursos y destinarlos a otras cosas menos la de pagarles a las IPS.

«El gobierno nacional debió haber intervenido el aseguramiento transitoriamente, haber manejado desde la dirección superior la prestación del servicio, haber girado los dineros directamente a las IPS y, pasada la pandemia, volver al aseguramiento, pero este no está sirviendo en este momento. El aseguramiento no se está cumpliendo, pues los recursos destinados para la protección de la salud y al tratamiento de la enfermedad no está siendo destinados para dichos fines sino para solventar todos esos déficits que han registrado por muchos años.» precisó el gerente hospitalario.

Por fortuna, gracias al apoyo de la Gobernación del Valle y al flujo de caja generado por su gestión de cinco años, Tinoco Zapata ha podido hacer «magia financiera y administrativa» para responder eficazmente a la emergencia causada por el covid-19 y estar al día con las obligaciones laborales con el personal de la institución, y, parcialmente, los pagos a los proveedores de quienes el funcionario especial reconocimiento por la comprensión y paciencia que han tenido con la institución.

«Nuestro proveedores han jugado un papel esencial en la atención que estamos dando en esta emergencia como igualmente lo han sido la Gobernación del Valle, la Alcaldía y el Ministerio de Salud, con cuyos aportes el Tomás Uribe Uribe es hoy un hospital altamente competitivo y un centro importante de referencia, tenemos un número importante de vacunación de área; hoy estamos en la segunda etapa de vacunación que cubre a las personas mayores de sesenta años y al personal de salud de segunda y tercera línea.

«Nuestro objetivo es cumplir con la meta de vacunación que nos hemos propuesto y cumplir con la que nos ha fijado el gobierno para obtener más vacunas e implementar la vacunación sin barreras y, de esta forma, lograr esa cobertura tan anhelada que es del 80% para generar la inmunidad de rebaño.» puntualizó.