Por: Marcial Blandón
En pasada edición de esta columna del Diario de Tuluá, se informó a nuestros lectores que la Procuraduría General de la Nación, abrió investigación disciplinaria en contra del Secretario de Salud del Distrito Capital y a gerentes de EPS, directores de IPS, personal médico y auxiliares de enfermería donde se detectaron el suministro de biológicos a personas que en ese momento no estaban en la primera línea de profesionales de la medicina que atienden el virus del Covid-19, como tampoco lograron demostrar que son ciudadanos mayores de 70 años de edad.
En la nota de esa edición preguntamos si las irregularidades detectadas en las regiones de Colombia iban a tener el mismo tratamiento con los órganos disciplinarios de cada jurisdicción y hacíamos alusión al caso de Tuluá, donde se logró demostrar que 14 ciudadanos se saltaron el turno y recibieron el biológico por encima del personal médico que libran una batalla sin cuartel contra el mortal virus y de 14 adultos mayores que fueron desplazados por los avivatos que sin tener el derecho recibieron la vacuna.
Pues bien, la Procuraduría Provincial de Guadalajara de Buga, acaba de anunciar la apertura de una investigación disciplinaria contra todos los funcionarios que tuvieron competencia en la aplicación irregular de los 14 biológicos, desde gerentes de IPS y EPS, hasta el personal médico que aplicó las vacunas y a los particulares que las recibieron podrían verse inmiscuidos en investigaciones de carácter penal a través de la Fiscalía General de la Nación. En buena hora, no hay derecho que los avivatos desplacen de la vacuna a quienes si tienen derecho.
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Si las elecciones para elegir el Congreso de la República fueran este Domingo, los resultados electorales para los partidos políticos tradicionales serian nefastos. La primera colectividad que pagaría los platos rotos sería el Centro Democrático, a sus candidatos le cobrarían en las urnas el descontento ciudadano de la protesta social que aún inunda las vías de Colombia. De esa suerte no se salvaría el partido de la U, en la retina de la gente se mantiene esta organización como parte estructural de la debacle que atraviesa el País.
Cambio Radical, tendría los mismos efectos en respuesta de una ciudadanía que consideran al Jefe del partido como uno de los más usufructadores del erario y miembro de una dinastía que lleva más de 30 años en el poder. El partido Conservador no tendría suerte distinta, así hayan a última hora recomendado a sus congresistas en las comisiones donde se estudia la reforma a la Salud de aprobar el hundimiento del proyecto; el Inri del descontento ciudadano lo tienen encima. El partido Liberal, goza de mayor aceptación por la posición firme y frentera de su máximo jefe el ex-presidente Cesar Gaviria, que desde un inicio fue acérrimo crítico de la iniciativa de Reforma Tributaria presentada al Congreso por el gobierno del presidente Iván Duque.
Pero como las elecciones no son el domingo, ni la izquierda logró aglutinar al País en un solo pensamiento por los desmanes que ocasionaron bandidos que se infiltraron en las marchas y dejaron un sin sabor en la ciudadanía que le teme a un congreso de mayoría de este sector, se debe esperar en los diez meses que faltan cual es la estrategia de los partidos políticos tradicionales para recuperar electores que la protesta social ha alejado.
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En estos dieciséis días de paro nacional quien no ha dejado de trabajar un instante promocionando su precandidatura a la Cámara de Representantes es la abogada Andrea García, quien sostiene una novedosa estrategia virtual con sus amigos y seguidores de su propuesta política.
Andrea García, que se presentará como candidata a la Cámara por el partido de la U, socializa una propuesta de crear en cada población vallecaucana unos centros educativos para la formación integral de los niños mientras sus padres salen a laborar, centros que se construirán con recursos de orden nacional en cooperación con cada alcalde quienes a través de convenio interadministrativo podrán llevar a cabo la iniciativa de la futura Congresista.
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El Centro Democrático es el partido político más cuestionado en Colombia por estos días, su dirigencia carga sobre sus hombros la dura cruz del descontento ciudadano que tiene a miles de compatriotas protestando en las vías de la Patria. Más sin embargo el grueso de su militancia se mantiene firme defendiendo los postulados de su máximo líder el ex-presidente Alvaro Uribe Vélez y sosteniendo el gobierno que ayudaron a constituir. También candidatos que pese al duro panorama del momento ni han tirado la toalla ni han salido a esconderse, al contrario, pese a las dificultades de orden público se mantienen firmes en la convicción salir elegidos al Congreso por esa colectividad.
Uno de ellos es Juan Carlos Salazar, que aspira a ser elegido como Representante a la Cámara por el Centro Democrático, hijo de uno de los más dilectos militantes del Partido Liberal José Rómulo Salazar, Jefe natural de esta colectividad durante muchos años en el Valle del Cauca. Juan Carlos Salazar, adelanta una intensa actividad proselitista por el departamento cuando las condiciones lo han permitido, su trayectoria le garantiza que dará la pelea para obtener uno de los tres escaños que en la Cámara, aspira a obtener el partido