Por: Marcial Blandón
Una vez la Corte Constitucional, en una decisión dividida de sus Magistrados, revivió las curules para las víctimas del conflicto armado que padeció Colombia por más de cincuenta años con la guerrilla de las Farc, a través de una Acción de Tutela, impetrada por el Senador vallecaucano Roy Barreras, se ha conocido la circunscripción en la cual las víctimas buscaran representación en la Cámara de Representantes, durante dos períodos consecutivos.
Las 16 curules se disputarán en 16 subregiones, las cuales están definidas por 170 municipios. Solo las comunidades de Pradera y Florida, en el Valle del Cauca, tienen el derecho de elegir a los candidatos que representan a las víctimas del conflicto armado. Tuluá, que ha vivido en carne propia los rigores de la violencia en sus montañas desde la ejecución del acuerdo de Paz firmado por la extinta guerrilla de las Farc y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, fue excluido, pese al número significativo de muertos que ha aportado a la guerra y las millares de victimas desplazadas y registradas en la plataforma Vivanto.
Varios interrogantes surgen a raíz de la decisión dividida de la Corte Constitucional. ¿De dónde van a salir los recursos económicos para pagar las sueldos de los nuevos 16 «padres de la patria»? ¡Del bolsillo de «Juan pueblo»!. De esos mismos bolsillos el pago a las nuevas 16 Unidades de Trabajo Legislativo UTL y de ahí mismo el pago de las vehículos blindados y los esquemas de seguridad que utilicen los nuevos honorables Congresistas. Definitivamente este País resiste a todo, mientras el estallido social que se tomó a Colombia en los últimos días, que entre otras cosas, reclamaban los jóvenes era una reducción al número de Congresistas, ahora les inyectan 16 curules más, cuya dieta parlamentaria se debe pagar con los recursos económicos de la ciudadanía.
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Casi de manera silenciosa avanza en las Registradurías municipales y especiales el proceso de inscripción de cédulas para los ciudadanos que no la tengan inscrita o quieran cambiar de puesto de votación donde les quede más cerca a su lugar de residencia. La inscripción se mantendrá hasta el 13 de Enero de 2022 para las elecciones del 13 de Marzo de ese año que elige al nuevo Congreso de la República, proceso que se extenderá hasta el mismo mes de Marzo, previo a la primera vuelta presidencial que se cumplirá en el mes de Mayo. Se prevé que del primero al trece de Enero de 2022, el proceso de inscripción de cédulas se adelante en los puestos de votación que previamente habilite la Registraduría.
El proceso de inscripción de cédulas debería tener una mayor difusión a cargo del Estado. El descontento ciudadano que llevó a miles de colombianos a pronunciarse en las vías del País, reclamando una mayor participación y que sean escuchados por las autoridades tienen la mayor posibilidad de pronunciarse en las urnas y con el poder de su votos elegir sus nuevos voceros en el Congreso de la República y la fórmula que reclaman para que gobierne en el próximo cuatrienio. No existe excusa para no participar en los próximos procesos democráticos.
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La buena noticia que entregó el alcalde John Jairo Gómez Aguirre, sobre la intervención de más de 22 mil metro cuadrados de las vías terciarias en la zona montañosa de Tuluá. Es un alivio para el campesinado que sufren las inclemencias del invierno, especialmente ahora que se anuncia la segunda temporada de lluvias que afecta a toda la región.
Recuperar la movilidad de las vías en la zona montañosa es la mejor noticia, la maquinaria amarilla y sus operarios laboran de manera incansable en una titánica labor que es muy poco reconocida. Su mayor satisfacción es ver como los campesinos se pueden desplazar entre sus comunidades y poder hacerlo al casco urbano, a cumplir citas médicas, diligencias personales o transportar los alimentos que abastece la ciudad. Saben que la nueva temporada de lluvias los exige en su máximo compromiso para el cual los operarios viven preparados a diario, para despejar las vías que los permanentes derrumbes dejan incomunicadas a las comunidades campesinas.
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El dialogo es el mejor mecanismo de concertación y de resolución de conflictos, así lo han entendido mandatarios como el coronel en uso de buen retiro Jhon Jaime Ospina, alcalde del Municipio de San Pedro, y la directora territorial para el centro del Valle Lina María Segura Moyano, quienes adelantaron una mesa de diálogo con los jóvenes sanpedreños, donde expusieron sus motivos, necesidades y reclamaciones que los llevaron a tomarse una de las vías más importantes de País como lo es la doble calzada a su paso por la capital avícola de Colombia.
No cabe duda, si los gobiernos en todos sus niveles escuchan a sus gobernados y buscan solución a las necesidades insatisfechas, estallidos sociales como los que originaron el Paro Nacional del 28 de Abril se pudiesen haber evitado. Por eso nos parece plausible y destacamos la iniciativa de conversar sobre intereses comunes a la juventud de San Pedro, a su alcalde Jhon Jaime Ospina y la Gobernación del departamento a través de su vocera en el centro del Valle Lina Segura. Modelo de concertación que se debe replicar en otras localidades.