Pese al incremento de 150 uniformados de la Escuela de Policía Simón Bolívar anunciado en las últimas horas por la Alcaldía Municipal, algunos observadores consideran que en esta ciudad algo ocurre cuando un ciudadano lo matan en las narices de la policía; supuestas bandas ilegales que controlan el ingreso de la cebolla y la papa a la Galería ajustan sus cuentas a plena luz del día y sicarios incursionan en una humilde vivienda para intentar acabar a plomo con la vida una humilde pareja.
La espiral de muerte con la que se tiñó de luto varias familias de Tuluá comenzó con el deceso a bala de un padre y su hijo, ambos pequeños comerciantes de cebolla, quienes fueron sorprendidos por los sicarios justo en el momento que preparaban su producto, sobre el sardinel de la carrera 22 con calle 29 esquina, sector de la galería.
En este sitio quedaron tendidos en el piso los cuerpos de Abel Franklin Giraldo Medina, de 51 años y Edwin Giraldo, de 32.
A pocos pasos de ese mismo lugar, el día anterior, el miércoles, otra persona de 22 años que se dedicaba a la venta de verduras también había sido atacada a bala perdiendo la vida de forma inmediata.
Mientras tanto, otra hombre fue asesinado en la Casona (antiguo Pabellón de Antituberculosos), ubicada en la carrera 20 con calle 14, al frente de la Estación 100 de la Policía de Tuluá.
Todo parece indicar que la víctima había acudido al lugar a hacerse un corte de cabello, cuando al salir del sitio fue baleado por sicarios que dispararon sin importar que al frente funcionara la central policial más importante para varios municipios y desde donde se coordinan todas las investigaciones de la región.
“Esta actuación sicarial y al frente de la policía, no es nueva ya que en reiteradas ocasiones y desde hace varios años, los maleantes se han burlado de la institución en Tuluá y han cometido varios crímenes en la misma área” dijo www.wlainforma/lasnoticias como son.
Trascendió que este crimen puede estar asociado al comercio de marihuana y basuco.
Otra víctima reportada en la tarde de este domingo es producto de una incursión sicarial ocurrida en una residencia del barrio Las Américas, ubicada en la carrera 7 entre calles 24 y 25.
De acuerdo con el reporte oficial, el pasado sábado a las ocho de la noche, a esa residencia llegó un hombre armado, ingresó a una de las habitaciones y desenfundó su arma contra un joven que veía televisión al lado de su novia. Inmediatamente, desde el interior de la residencia alguien respondió causando heridas al agresor. De este hecho, se reportó un saldo inicial de cuatro personas heridas el pasado sábado en horas de la noche.
Este domingo, según se conoció, una de las víctimas que no fue identificada perdió la vida pese al esfuerzo de los médicos.
El reporte inicial relacionó como heridos a José Salvador Salazar Arias, un menor de 17 años, Jennifer Vélez Peña y una cuarta persona.
Cabe resaltar que en total 4 personas fueron asesinadas entre viernes y sábado y a 76 ascendió el número de muertes violentas registradas en La Villa de Céspedes durante este 2021.
Por su parte el alcalde de Tuluá John Jairo Gómez este domingo 22 de agosto de 2021 presentó una nueva estrategia de seguridad que se basa en el acompañamiento de 150 alumnos de la Escuela de Policía Simón Bolívar.
«El hurto menor es el coletazo que ha dejado la pandemia y el paro de 56 días, por esto en articulación con el Batallón 10 de Alta montaña, la Policía Nacional, Comando de Distrito y la Escuela de Policía Simón Bolívar se tomarán estas medidas y estrategias para mejorar la seguridad de todos los ciudadanos», señaló el alcalde Gómez Aguirre.
El acompañamiento de estos estudiantes en algunas zonas como los centros comerciales, los supermercados, restaurantes, etc. le generarán a los comerciantes esa tranquilidad que necesitan para seguir con la reactivación de una de la economía.
El Mandatario ratificó que las autoridades y los gremios locales trabajan articulados para combatir a los delincuentes. «Los resultados se han dado, pero desafortunadamente las organizaciones delincuenciales mutan su forma de actuar y nosotros también debemos hacer lo mismo con nuestras estrategias para combatirlos”, dijo.
En lo correspondiente al área rural se han ido adelantando operativos importantes en la cordillera central y en la cordillera occidental con puestos en áreas de lanzamiento de operaciones y puntos reconocidos estratégicamente en la jurisdicción y en articulación con la Fuerza Aérea Colombiana y el acompañamiento de la Policía Nacional, brindándole seguridad y confianza a todos los campesinos.