Dardos políticos en tiempo de Coronavirus

Por: Marcial Blandón

A raíz de los resultados electorales del pasado 19 de junio en los que resultó elegido Gustavo Petro, como nuevo presidente de la República, comienzan a realizarse vaticinios de como quedarían conformados los Concejos municipales, en las elecciones del 29 de octubre de 2023, en razón al nuevo mapa político que dejó ese certamen electoral. En cuanto a Tuluá, tenemos que hacer referencia a la conformación del cuerpo edilicio de las elecciones de 2019 y como podría ser el comportamiento del electorado tulueño en el proceso eleccionario del próximo año.

En la contienda electoral de 2019, el partido de la U, fue el mayoritario al elegir cinco concejales con un resultado de 20.014 votos, logrando el respaldo popular Consuelo Cifuentes Sánchez, Zulay Córdoba Rangel, Diego Fernando Suaza, Javier Jaramillo Giraldo y Robinson Rengifo Rodríguez. Con 12.890 sufragios el partido Conservador alcanzó tres casillas en cabeza de Carlos Arturo Londoño, Cristian Hernández Victoria y Eliecid Ávila. El estatuto de la oposición permitió que Jorge Alberto Castaño (q.d.e.p) asumiera la curul al ser el segundo en la elección que eligió a John Jairo Gómez Aguirre, como alcalde del municipio.

La Alianza Social Independiente, ASI, con 7.819 votos eligió al concejal Brayan Andrés Avilez, hoy cuenta con un segundo escaño el de Alexander Agudelo Colorado, quien asumió la curul a raíz del fallecimiento del ingeniero Jorge Alberto Castaño. El partido Liberal fue la cuarta colectividad que alcanzó una curul al obtener 7.041 votos que permitió la elección de Oscar Oswaldo Gómez. Mientras que el Centro Democrático alcanzaba a elegir a Jaime Hernán Franco (q.d.e.p) al tener el respaldo de 6.515 electores.

José Manuel Rodríguez, asumió la curul en virtud al fallecimiento de Jaime Hernán Franco, convirtiéndose en el vocero del Centro Democrático en el cabildo tulueño. El grupo significativo de ciudadanos La Nueva Fuerza, fundado por el arquitecto Rodolfo Ramírez Álvarez, con el apoyo de 6.281 ciudadanos logró la elección de Ivonn Carime Toledo. El movimiento Autoridades Indígenas de Colombia, AICO, con el respaldo de 6.099 electores conquistó una curul en cabeza de Julio Cesar Morán Galindo.

El líder comunal Luis Eduardo Ayala, en representación del movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS, alcanzó la casilla de esa colectividad que tuvo el respaldo de 5.893 electores. El partido Colombia Renaciente con 5.450 votos eligió como concejal al farmaceuta Albeiro Quintero Barrios. Finalmente, con el apoyo de 4.794 votantes el partido Alianza Verde, quedó en la corporación edilicia con la representación de Sandra Patricia Arrubla.

Esta foto puede cambiar ostensiblemente con el resultado electoral que arrojen las elecciones de 2023, donde participarán dos sectores muy fuertes, uno de ellos llega con combustible electoral y seguramente con abultada burocracia tanto en lo nacional como en lo regional, lo que tendrá enormes efectos al momento de hacer las cuentas electorales al cierre de la jornada del domingo 29 de octubre del próximo año.

El Pacto Histórico, podría diseñar una lista de diecisiete de sus más importantes militantes, lo que le podría augurar una significativa presencia en el Concejo municipal. Son muchos los nombres de arraigo popular, dirigentes, lideres y lideresas sociales, jóvenes y otros segmentos sociales que podrían conformar una nómina de lujo del sector político que comienza a gobernar la Nación. La pregunta que surge es ¿qué partidos reemplazaran los concejales que elija el Pacto Histórico?

El otro sector político que jugará un papel importante en las elecciones territoriales es la Liga de Gobernantes Anticorrupción liderada por el excandidato presidencial Rodolfo Hernández. De acuerdo a su fundador presentaran listas para concejos y asambleas y avalarán candidatos para alcaldías y gobernaciones. En Tuluá, todo indica que contarán con lista propia al Concejo municipal, donde al menos alcanzaran un escaño; de su conformación dependerá que suban de curules. 

De las diez colectividades representadas en el Concejo municipal, se vaticina que varias de ellas perderán escaños, e incluso, otras tienden a desaparecer. El partido de la U, que gobierna el departamento y la ciudad, podría perder una de las cinco casillas con las que cuenta en el cabildo. No contaría con los votos de Orlando Gallego Álvarez, fallecido víctima del Covid-19 y Henry Osorio Cárdenas, actual jefe de Control Interno de la alcaldía; a esas bajas se suma la incertidumbre de varios de los integrantes de la lista que ven muy difícil su elección por los tres primeros concejales, que casi tienen asegurada su confirmación de la curul.

Aunque los hijos de Orlando Gallego, vienen haciendo un trabajo político aún no se han contado en las urnas sin la presencia de su padre, tampoco se puede garantizar el poder de endoso de los votos de Henry Cárdenas, por su condición de funcionario público. La ventaja del partido de la U, es el poder burocrático y contractual que ostenta en el departamento y en municipio, que se puede ver reflejado con una presencia importante de por lo menos tres o cuatro curules en la corporación.

Como están las cosas el partido Conservador podría perder dos curules, para el certamen electoral de  2023. El concejal Cristian Hernández,  no contaría a su favor con la gruesa nómina de contratistas de la pasada administración que le garantizó su elección, además se suma las bajas de candidatos que renunciaron al partido como Melquisedec Vela Gómez y Antonio José Galvis, o Didier Norbel Pedraza, que está matriculado en la organización política “Equidad Segura”, ni la del abogado Diego Fernando Gómez, que hace parte del Pacto Histórico.

Los concejales del partido Alianza Social Independiente, ASI, pueden correr el riesgo de no ser avalados por la colectividad y por ende Brayan Avilez y Alexander Agudelo, perderían sus escaños. Todo indica que desde la oficina de la senadora electa de ese partido Berenice Bedoya, vienen investigando a los concejales que no apoyaron su candidatura al Congreso. Parece que existen serias evidencias en ese despacho en que el par de corporados estuvieron uno en las toldas del partido de la U, y el otro muy cerca al Centro Democrático.   

El partido Liberal ha mantenido su representación gracias a cuatro grandes electores, el actual concejal Oscar Oswaldo Gómez, Senén Andrés Gómez, Norbey Palacio Bolívar y Andrés Santacoloma Álzate. Entre los cuatro sumaron 6.112 de los 7.041 votos que les concedió una curul en el Concejo. Hoy el actual concejal no tiene la burocracia, ni apoyo de la administración para sostener su votación y los tres restantes sin credencial en mano ven diezmado su electorado con el grave riesgo de perder el glorioso trapo rojo su representación en el próximo cuatrienio.

El Grupo Significativo de Ciudadanos La Nueva Fuerza, sin su mentor al frente de su destino y la dispersión de su militancia, ve casi segura su desaparición del mapa político de la ciudad. Su vocera en el Concejo no tiene la capacidad de liderar un colectivo de esa naturaleza y si quiere su reelección deberá buscar la sombra de una colectividad donde tenga opción de hacerse elegir. Si el G.S.C. La Nueva Fuerza, no participa en el proceso eleccionario, Ivonn Toledo, puede legalmente buscar el aval de otro partido.

Las otras cinco colectividades que tiene representación en el Concejo municipal, el Centro Democrático, el MAIS, el partido AICO, la Alianza Verde y Colombia Renaciente, deberán revisar internamente el peso electoral de su militancia que les permita competir en condiciones para al menos tratar conservar su escaño, ante una nueva fuerza electoral que irrumpirá por todo lo alto en las elecciones de octubre de 2023 como lo es el Pacto Histórico.