Tomando Café # 31

El diablo es, también, hijo de Dios

Por: Campos

Situémonos en una cita bíblica:  Isaías 14/  11 Ha sido precipitada al seol tu arrogancia…  12 ¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, dominador de naciones! 13/ 14 y 15.

  • Se refiere al ángel caído, “rastrero”,  de ahí supongo, la figura de la serpiente aparecida en el Jardín del Edén. Luzbel, Lucifer, demonio, diablo; nombres que toma según la región de donde provenga la palabra. Un ángel que se aparta de su creador, formando su propio ejército. (legión)  Como hijo de Dios, también es amado; ¿Qué padre no ama a su hijo, así éste, esté descarriado? Pues bien, Dios desde que Adán y Eva se apartan de la presencia suya, por culpa de su hijo perdido, el Padre piensa en otro hijo, el reservado, amado y luego profetizado, Jesús; quién es el que pagará lo hecho por Lucifer, su hermano;  haciéndose cargo del mal que le hizo a la creación, así que, somos salvos, si, todos; el problema que tenemos los seres humanos es no creer que Otro ha dado su vida, pagando todo mal anterior y posterior a su gestación venida del Espíritu y de su nacimiento; no es algo meramente religioso, es filosofía, sicología, teología y sabiduría. Quedarnos con lo religioso es caer con facilidad en la idolatría. Idolatría es, creer y hacerlo creíble para otros, de que somos muy buenecitos… hipocresía. El Padre creador; o el promotor de una evolución, ama lo suyo. (La ciencia no niega la existencia de Dios, antes bien, lo confirma. Esto se debate a diario) pero el asunto al que me quiero referir, es al amor: Él ama a toda la creación, y mucho más a nosotros, Él no ama el mal que hacemos, pero nos ama tal cual somos, con nuestras actitudes erráticas,  que no está en nuestras manos hacer el bien perfecto, pues si lo hacemos, no será por merito propio.

Para creerlo, con meditar mirando a un crucifijo basta. Pidámosle a la Iglesia lo que ella sabe dar, la Fe.

Iglesia: personas que se reúnen para formar comunidad y experimentar, por medio de testimonio y verdad, el amor.

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