Por: Marcial Blandón
El último año de la administración del gobierno “De la gente para la gente”, parece que no pinta bien por lo visto en la gestión de varias de sus secretarias que no desdibujan la imagen de los primeros tres años de gobierno y la inercia en las que caen otras en estos tres primeros meses del último año del cuatrienio para el cual fue elegido el alcalde John Jairo Gómez Aguirre.
Son varios los procesos institucionales en los que anda colgado el gobierno “De la gente con su gente”, otros comenzaron a deteriorarse y sin duda, el mal camino de los de Gobierno y Movilidad, jamás van a enderezar. Salud, rajado en el control de ambulancias y en no alcanzar el tope de vacunación exigido para prevenir el contagio del Covid-19; Planeación por la falta de control en el otorgamiento de licencias de construcción y de usos de suelo; Educación, que le faltó al deber a los niños de la alta montaña con el uso del transporte escolar y una dirección del Imder, más perdida que el hijo de Lindbergh.
Que la comunidad educativa del sector de la alta montaña tulueña cierre las puertas de las Instituciones Educativas, donde reciben clase las nuevas generaciones por falta de suministro de transporte escolar es una soberana y pésima planificación de la Administración municipal a través de la secretaría de Educación, la encargada del proceso y no menos responsabilidad le cabe a la Oficina Asesora jurídica encargada de planificar todos los proceso contractuales del actual gobierno.
La comunidad campesina en asamblea comunitaria celebrada en el corregimiento de Puerto Frazadas, emitió un comunicado público dirigiéndose al Alcalde, en el cual le anuncian que la problemática originada por la no prestación del servicio escolar llevaron a esas comunidades a declararse en asamblea permanente. El no aceptar acercamientos parciales con la Administración municipal sobre este tema y el no aceptar las decisiones tomadas por el municipio dejan entrever el duro camino que le espera a la novata secretaria de Educación en este año, donde sus antecesores en el presente gobierno le dejaron la vara muy alta en las relaciones institucionales con la comunidad educativa campesina de la alta montaña.
Se anuncia para este jueves una gigantesca protesta proveniente de la zona rural reclamando la solución inmediata al suministro de transporte escolar para los educandos de la región alta de la montaña tulueña. Inverosímil no haber planificado el proceso contractual que de acuerdo a la titular de Educación Lina Marcela Mejía, estaría listo para el mes de mayo, sino se presentan dificultades de orden jurídico. La improvisación total en el gobierno “De la gente para la gente”.
Desde el inicio del actual gobierno, partiendo del Alcalde y de quienes han fungido como secretarios de Gobierno, le han escurrido el bulto al tema de seguridad ciudadana, porque según ellos no es de su responsabilidad. Lo que si es cierto es que las cifras de alta criminalidad hablan por sí solas, a eso se suma la recomendación del alcalde John Jairo Gómez Aguirre, para que este tema no haga parte ni sea motivo de controversia dentro de las propuestas de gobierno de quien aspira a reemplazarlo. La molestia del mandatario es evidente cuando le restriegan el pésimo manejo que como primera autoridad de policía del municipio le ha dado a la seguridad ciudadana y preservación del orden público.
Nunca antes Tuluá, tuvo una percepción tan baja y negativa en materia de seguridad ciudadana. El flagelo de la extorsión se duplicó, las cifras del período 2012-2015, se desbordaron durante el presente cuatrienio, ni que decir de la pérdida de espacio público que se había recuperado en el período 2016-2019, ni de la falta de control que debe liderar la secretaria de Gobierno para garantizar la sana convivencia y tranquilidad ciudadana en cada sector de Tuluá, ante la perturbación que generan los establecimientos nocturnos con venta y consumo de licor.
Al frente de la dirección del departamento administrativo de Movilidad y Seguridad Vial, durante el presente gobierno han pasado tres funcionarios sin pena ni gloria. La movilidad en la ciudad es un caos; las campañas de cultura ciudadana, son de incultura; la ciudadanía le perdió tal el respeto a los agentes de tránsito a tal grado que hasta atentados a bala a plena luz del día se presentan; el sistema semafórico un desastre total. Definitivamente, John Jairo Gómez Aguirre, no pudo en su gobierno sacar avante esta dependencia.
La inoperancia de la secretaría de Salud, en no alcanzar la meta del 70% de la población vacunada para prevenir el contagio del Covid-19, es evidente, como lo es la falta de control de las ambulancias cuando se trata de atender un accidente de tránsito. En la cara se le burlan los propietarios de ambulancias y conductores que no acatan un decreto en vigencia desde la administración anterior cuando pretendieron meter en cintura a conductores de ambulancias que hasta en número de cinco llegan a atender cualquier siniestro vial en las calles de la ciudad.
“El director de Planeación Municipal miente en el control de establecimientos donde se comercializa venta y compra de chatarra”, fueron las fuertes palabras del ex personero delegado para los Derechos Humanos, José Martín Hincapié, a raíz de las quejas que pululan en los órganos de control por el escaso ejercicio institucional en el control que debe ejercer esta dependencia sobre esta clase de establecimientos comerciales. Ciertamente son muchos los señalamientos que se hacen a este despacho sobre el otorgamiento de uso de suelos para ejercer actividades comerciales en zonas prohibidas y no son menos los reclamos por la falta de control incluso en la construcción de obras civiles.
Lo que hace indicar a todas luces que el timonel que maneja el gobierno local debe apretar las tuercas en varios de sus despachos que lo pueden a llevar a sacar una de las peores notas de su administración no solo a corte del 31 de diciembre de este año que termina su gobierno, sino que la factura la pueden pasar los electores el próximos 29 de octubre en contra de sus cuadros que aspira a dejar en el poder.