Por: Marcial Blandón
La primera vuelta presidencial del pasado domingo 29 de mayo, arrojó varios resultados electorales, que, si bien es cierto, son difíciles que se reflejen en las elecciones locales de octubre de 2023, si marcan una tendencia que permite a los expertos en la materia y a la clase política comenzar a hacer cábalas de cómo sería el comportamiento de esos electores en razón a los resultados que los diferentes sectores del País, obtuvieron con los candidatos a la presidencia de la República.
En los municipios de toda la geografía nacional se comienzan a hacer conjeturas, y en el centro del Valle no es la excepción para dar inicio a los vaticinios de como quedarían conformado los Concejo municipales y los nuevos alcaldes a que sectores políticos representarían. Sin definirse la segunda vuelta presidencial y sin saber quién será el próximo inquilino en la casa de Nariño, las cosas en materia políticas podrán tener este sendero en esta región del País.
Los 40.368 votos que alcanzó en Tuluá, la fórmula del Pacto Histórico conformada por Gustavo Petro y Francia Márquez, tiene haciendo cuentas alegres a este sector político que ya no está representado por la izquierda colombiana o el “mamertismo” ideológico, sino que mucha de la dirigencia de la clase política tradicional arribó a esas huestes por haber podido identificarse en la propuesta del “Cambio”, que logró vender el candidato presidencial. Para segunda vuelta parte de la clase política tradicional respaldará a Gustavo Petro.
Independiente del triunfo o no de Gustavo Petro, en segunda vuelta, el resultado electoral de primera vuelta valoriza y potencializa lo alcanzado por el Pacto Histórico en la Villa de Céspedes; si se da lo primero, no hay duda que desde la casa de Nariño, impondrán las condiciones para que la colectividad tenga su propio candidato con enormes opciones de alcanzar la alcaldía tulueña; si fuera lo segundo, la sólida bancada parlamentaria del Pacto Histórico en el Valle, se echaría la campaña al hombro para arrebatarle al partido de la U, el primer cargo público que ostenta en Tuluá.
En Guadalajara de Buga los votos de Fico Gutiérrez, Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo, que totalizaron 24.711, por debajo de los 34.359 que alcanzó Gustavo Petro y el mal gobierno que sienten los bugueños con la administración del alcalde Julián Rojas, se puede establecer que la ciudad señora tendrá un mandatario para el cuatrienio 2024-2027, en representación del Pacto Histórico.
En municipios como Riofrío, la historia podría ser diferente a ciudades como Buga y Tuluá. El Pacto Histórico alcanzó el apoyo de 2.787 riofrienses, mientras que Federico Gutiérrez, conquistó 2.138 votos y Rodolfo Hernández, 2.150 apoyos ciudadanos, donde se ratifica el poder local que ostentan el actual alcalde Heriberto Cabal Aguilar, el veterano dirigente Conservador Heriberto Cabal Medina, más la presencia del diputado del partido de la U, Juan Carlos Rengifo Arboleda. Si mantienen la unidad, más la percepción de buen gobierno que tiene la ciudadanía sobre el mandato de “Junior”, difícilmente se desprenderán del poder.
Similar situación se puede vivir en Trujillo, el Pacto Histórico alcanzó el apoyo de 2.230 electores, mientras que Fico Gutiérrez, logró el respaldo de 2.603 trujillenses y el candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción conquistó el favor de 2.778 ciudadanos. Sin una figura sobresaliente de la militancia del Pacto Histórico en el “Jardín del Valle”, candidaturas a la alcaldía de esa municipalidad como la de Nasly Fernanda Vidales, no tendrían obstáculo en conquistar la primera magistratura local.
Los 1.971 votos alcanzados por Gustavo Petro, en el municipio de Bolívar, despejan el panorama para que la exalcaldesa de esa localidad Luz Dey Escobar, piense en la posibilidad de repetir alcaldía por tercera vez. La organización política liderada por la exmandataria bolivarense, conquistó para Fico Gutiérrez 2.413 votos. Rodolfo Hernández obtuvo 2.204 sufragios.
En Bugalagrande el fenómeno es particular, por la incidencia que tiene el gremio de trabajadores de la empresa Nestlé, que en elecciones presidenciales se pronuncian mayoritariamente por los candidatos de la izquierda colombiana, como quedó demostrado con los 6.697 votos que consiguió la formula del Pacto Histórico, frente a los 1.829 de Federico Gutiérrez y 1.951 que sacó Rodolfo Hernández. La coherencia que deben tener los electores del Pacto Histórico es repetir el ejercicio en las elecciones locales para que ese guarismo electoral se vea reflejado en un candidato a la alcaldía de ese sector político.
Conjeturas van y vienen sobre el comportamiento electoral de la sociedad el pasado 29 de mayo, lo mismo que los vaticinios están para todos los gustos. Lo que si es perfectamente claro, es que el comportamiento de un elector varía de acuerdo al certamen electoral al que es convocado, porque el caudal de las corrientes puede tomar otros rumbos y aún falta que pase mucha agua por debajo del puente de acá a las elecciones locales del último domingo de octubre de 2023.