Dardos políticos en tiempo de Coronavirus

Por: Marcial Blandón

Dos hechos notorios se han dado en la conformación del gabinete ministerial del electo presidente de los colombianos Gustavo Petro, y las incidencias que puedan tener en la región y en localidades como Tuluá. Se trata de la designación del nuevo ministro de Educación Alejandro Gaviria y la nominación del embajador en los Estados Unidos Luis Gilberto Murillo Urrutia, fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo.

Como todo el país lo conoce, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación Fecode, acompañó de frente la candidatura presidencial del aspirante del Pacto Histórico, en varios sectores de Colombia, incluso, calificaron a Fecode, no como una organización sindical sino como un partido político. Ningún señalamiento impidió que impulsaran de manera pública la candidatura de la fórmula de la izquierda colombiana que finalmente se impuso en las urnas.

Aunque aceptado por Fecode el nombramiento de Alejandro Gaviria, en un sector de la organización sindical quedó un sabor amargo porque se pretendía que el electo presidente nombrara como ministro de Educación a uno de sus miembros, tipo, Nelson Alarcón, un directivo sobresaliente del sector educativo y no a un dirigente que solo se sumó en la segunda vuelta en la que se eligió a Gustavo Petro.

La pregunta que surge es ¿Cómo recibieron los directivos del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación Sutev capítulo Tuluá, el nombramiento de Alejandro Gaviria, como ministro de Educación? Cabe recordar que el magisterio tulueño ostenta la dirección de la Sutev departamental en cabeza del maestro Uriel Quitián Martínez. ¿Lo sorprendería también el nombramiento de Alejandro Gaviria?

Otro nombramiento que va a dar mucho de que hablar en la Villa de Céspedes, es el del nuevo embajador de Colombia ante los Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo Urrutia, fórmula vicepresidencial del Sergio Fajardo. El nuevo plenipotenciario ante el gobierno americano es familiar del pastor y precandidato a la alcaldía de Tuluá, Marcos Urrutia. En plena contienda electoral siempre se especuló en que si Sergio Fajardo, era elegido presidente de Colombia, la candidatura de Marcos Urrutia, se valorizaría enormemente   por el parentesco con el vicepresidente eventualmente elegido.

Al fracasar en su intento el aspirante presidencial Sergio Fajardo, se sintió que el anhelo de Marcos Urrutia, se desvalorizaba; ahora, con la designación de Luis Gilberto Murillo, como embajador en USA, el aliciente crece no solo para Marcos Urrutia, sino para el grupo de amigos que apoyan su candidatura, aunque para muchos pueda resultar inverosímil un apoyo electoral de esa naturaleza. No descartan que el nuevo diplomático en algo pueda incidir en favor del exárbitro del fútbol profesional colombiano en su aspiración a la alcaldía tulueña.

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En el sonajero político existen varias precandidaturas a la alcaldía de Tuluá: una maduras que solo esperan la publicación del calendario electoral para dar inicio a la labor proselitista; otras que ponen a sonar su nombre a ver si cala en la ciudadanía; muchas que ponen a rodar aspiraciones para “cañar”; otras tantas que finalmente terminan en procesos de negociación; existen otras que se queman sin ni siquiera llegar a la puerta del horno y finalmente siete u ocho que aparecerán en la tarjeta electoral, de ellas tres con verdaderas posibilidades de triunfo. Decir hoy quienes serán esas tres personas es arriesgado y especulativo.

La de Marco Alejandro Arbeláez Vargas, es una candidatura a la alcaldía que se puede considerar como madura. Sus dos experiencias en candidatizarse al primer cargo municipal, le dan la suficiente práctica para manejar los tiempos, sabe de sobra que la política no es una carrera de cien metros donde llega el que gana de primero, sino que es una maratón donde debe dosificar sus fuerzas para saber rematar en el preciso momento previo a la meta.

En la candidatura de Marco Arbeláez, se nota el optimismo que de ella tiene el excandidato al Concejo Edier Valencia Jiménez, quien obtuvo en la lista del grupo significativo de ciudadanos “La Nueva Fuerza” el respaldo de 1.318 electores que lo dejaron a la puerta de la elección. A Edier Valencia, se le abona su permanente trabajo social en favor del campesinado tulueño y la figuración de la organización política que preside en las pasadas elecciones legislativas y en las dos vueltas presidenciales.

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“Nadie es profeta en su tierra”, frase que se acuñó para aquellos lugareños a los que la suerte no les favorece en su propio lar y buscan mejores horizontes por fuera de las fronteras. Es el caso de Gladys Carrillo García, escritora, periodista, defensora de los Derechos Humanos, gestora de paz, compositora y pintora. Aunque nacida en la ciudad de Buga, parte de su ejercicio profesional en los diferentes roles que ha desempañado ante la sociedad, las cumplió residenciada en el municipio de Tuluá.

Gladys Carrillo, reside en Canadá, país del cual adquirió su nacionalidad acaba de ser nombrada en el más alto nivel administrativo organizacional para desempeñarse como presidenta Adjunta para asuntos Multiculturales en Canadá, llevando en alto el nombre de esta región del departamento ante la cultura canadiense.

Esta Gestora Cultural fue columnista del semanario El Tabloide y en el periódico Noticentro.