Dardos políticos en tiempo de Coronavirus

Por: Marcial Blandón

Ante los escandalosos hechos que en materia de orden público han sacudido a Tuluá, de los cuales se ocupa la gran prensa nacional, comentaristas políticos de la ciudad aseguran que es el tema bandera que puede enarbolar un candidato a la alcaldía que busque suceder en el cargo al abogado John Jairo Gómez Aguirre, y que no pertenezca a esa línea política.

Difícilmente una candidatura nacida del actual gobierno puede proponer una propuesta de esa característica. El orden público y la seguridad ciudadana es el punto más débil del actual gobierno, por eso, el candidato que finalmente los represente cargará en el certamen electoral con ese Inri a sus espaldas. Los candidatos que surjan con el aval de los partidos de la U. y Cambio Radical, tendrán que convocar al electorado tulueño con propuestas diferentes.

Como se presume que tanto la maquinaria burocrática que gobierna el departamento y la ciudad, será la que ponga las condiciones para la elección del próximo mandatario de los tulueños, ya que el candidato que surja del  establecimiento contará con la gruesa nómina de contratistas, la contracción estatal puesta a su favor y el “abultado” maletín para la logística electoral, obliga a quien enfrente al candidato oficial del gobierno de turno a presentarle propuestas a la ciudadanía para captar el voto de opinión.

El voto de opinión es una franja electoral que se mueve de acuerdo a las circunstancias o coyuntura del momento que vive la ciudad. Lo puede abrogar una persona, o lo puede cautivar una propuesta o lo puede mover un hecho, como es la inseguridad rampante en todo el municipio. Quien lidere esa propuesta, tiene que ser realizable financieramente, que sea objeto de cumplimiento y que la estrategia de campaña la sepa vender como un producto que le devuelva la sana convivencia, la seguridad y la preservación de orden público a todos los tulueños.

Hasta ahora, quienes han insinuado su posible aspiración de emprender una campaña electoral para llegar al edificio de la 25 con 25, no han tocado a fondo la problemática de seguridad por la que atraviesa el municipio y, mucho menos, han hecho la propuesta que comience a cautivar al electorado tulueño. Quien tome esa iniciativa puede comenzar a despejar el camino que lo conduzca como nuevo inquilino del Palacio municipal para el próximo cuatrienio 2024-2027.

Al cierre de esta edición estos son los nombres que se han mencionado como posibles candidatos a la alcaldía de Tuluá, unos vienen adelantando encuentros con las comunidades, otros cumpliendo actividades buscando visibilidad ante la opinión pública y otro tanto de ellos han puesto a sonar sus nombres por su propia iniciativa o a través de terceros.

Llener Darío Borja Mafla, representa la continuidad del actual gobierno; Ever Antonio Villegas Morante, al dejar el cargo de secretario de Educación municipal, sus apariciones son permanentes en contacto directo con la comunidad; el arquitecto Rodolfo Ramírez Álvarez, hace rato se viene reuniendo con importantes actores de la sociedad tulueña y de paso estructurando la propuesta de gobierno que le hará a la ciudadanía. El pastor Marcos Urrutia Ramírez, adelanta actividades buscando mayor reconocimiento ante la comunidad.

Marco Alejandro Arbeláez Vargas, repetirá candidatura por tercera vez, aunque ha guardado silencio en los últimos días, su aspiración es tenida en cuenta por su amplia favorabilidad; de todos los candidatos, es el más carismático, goza de simpatía electoral, el género femenino es en uno de los sectores que más respaldo le genera. Luis Fernando Ocampo Giraldo, probado en las urnas electorales, tiene un fuerte pulso con los demás contendores que aspiran a la nominación del partido de la U.

Por el partido de la U, ha sonado el nombre del empresario Hernán Cifuentes Sánchez; el del catedrático Eusebio Ducuara Célis; Javier Jaramillo, actual presidente del Concejo Municipal; el abogado Melquisedec Vela Gómez, incluso, el del gerente del Hospital Tomás Uribe, Felipe José Tinoco Zapata. En el sonajero continúa el nombre de los actuales secretarios de despacho Eliana Andrea Bedoya Bueno, Jorge Alexander Gallego Chávez, Francisco Ossa, Edilberto Alarcón y John Fredy López, que competirían por aval de Cambio Radical, con Llener Borja. También promueve su nombre el abogado Oscar Marino Tobar, ex candidato a la Asamblea del Valle, ex secretario de Servicios Administrativos y de Gobierno en la administración del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal.

El Pacto Histórico cuenta con una gama de ciudadanos ilustres que pueden buscar ese aval que el solo mencionarlos causa molestia en un sector de esa colectividad política. El exalcalde Juan Guillermo Vallejo Ángel; el abogado constitucionalista José Wilber Murillo Hoyos; el dirigente sindical Rubiel Arana; el actual concejal del MAIS, Luis Eduardo Ayala Rengifo; el exconcejal Diego Fernando Gómez Zuluaga, son entre otros, los nombres que están en el cañaveral político por el sector que inicia a gobernar la Patria este siete de agosto.

El concejal del partido Colombia Renaciente Albeiro Quintero Barrios, ha anunciado su intención de aspirar al primer cargo público del municipio. La posible aspiración del exalcalde Gustavo Adolfo Vélez Román, se menciona en círculos políticos de la Villa de Céspedes, lo mismo que una posible candidatura de José Martín Hincapié Álvarez, Francisco Girón Ocampo e Ivanov Russi Urbano.

El abanico de candidatos puede incrementar, o en su defecto, algunos podrían desistir. Incluso, aquellos que ocupan cargos públicos podrían permanecer en ellos despejando toda especulación sobre sus posibles aspiraciones. El ramillete está listo, candidatos para todos los gustos, solo faltan propuestas que cautiven al electorado tulueño.