Por: Marcial Blandón
La Ley 100 de 1993, para entendidos en la materia fue una norma creada que profundizó la crisis hospitalaria en el país y que podría ser objeto de una reforma estructural parte del nuevo gobierno en cabeza del presidente de la República Gustavo Petro. Esa crisis normativa aunada a malas administraciones tiene en aprietos varias instituciones hospitalarias en todo nivel en el territorio Nacional. Varias casas médicas en el Valle no se escapan de esos pésimos manejos administrativos.
Tal parece ser la suerte del Hospital Santa Ana, en el municipio de Bolívar, donde según sus habitantes la entidad atraviesa una difícil situación financiera, nunca vista en los últimos años, atribuida en buena parte al manejo administrativo de su actual director Mauricio González Rojas. De acuerdo a versiones de sus sufridos usuarios la entidad no solo debe salarios a los empleados y los honorarios a los contratistas, sino que los insumos cada día escasean más.
El no pago a los acreedores hacen que no suministren los insumos que requiere el hospital para su óptimo funcionamiento, abonado a las demandas ejecutivas que se viene venir con las respectivas medidas cautelares sobre las cuentas de la institución hospitalaria. Igualmente se dice que la entidad está en mora con los pagos de parafiscales y funcionarios de planta que se han desvinculado preparan sendas demandas para reclamar las correspondientes acreencias laborales.
Al panorama gris por el que pasa el Hospital Santa Ana, se le suma el distanciamiento existente entre el alcalde Nodier de Jesús Cardona, con el gerente de la entidad Mauricio González Rojas, lo que no genera una buena sinergia en favor de los usuarios y en general de la comunidad que recibe atención médica de nivel uno. Se dice en la tierra del cuaresmero que la Superintendencia de Salud, ya tiene en la mira a la casa médica para una eventual intervención.
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Con una sonrisa de oreja a oreja y con cara de satisfacción se le ha visto desde el pasado fin de semana al ingeniero Hugo Martínez Peláez, coordinador de la “Casa de las Tribunas”, donde reúne el “Frente Ampliado”, que en Tuluá, apoyó la candidatura presidencial de Gustavo Petro. Con esa misma expresión se pasea entre la Villa de Céspedes y Bugalagrande el exconcejal Antonio José Galvis Arboleda, después de conocer el nombramiento del exsenador Luis Fernando Velasco, como Consejero Presidencial para las Regiones, en el gobierno del Pacto Histórico.
La designación del gobierno de Gustavo Petro, en el dirigente caucano, es el reconocimiento a uno de sus alfiles que se la jugaron desde el principio con la candidatura del líder del Pacto Histórico, incluso, en contravía de la dirección nacional del partido Liberal, colectividad en la que ostentaba la investidura de Congresista. Se dice que dirigentes como el antropólogo Carlos Valencia, y el exdiputado Hugo Flórez, ya tiene listas las botas pantaneras para recorrer los territorio de la manigua del país al lado de uno de los pocos Consejeros que va a conservar el gobierno del presidente Petro.
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Un nuevo desaire a una comunidad urbana acaba de cometer el departamento administrativo de Arte y Cultura, el pasado fin de semana. Nos cuentan que la Junta de Acción Comunal de la Urbanización La Paz, presidida por el líder social Jonathan Chávez, en coordinación con la Policía Nacional de Infancia y Adolescencia, está última, previamente había solicitado el préstamo de la tarima y el sonido para adelantar una actividad recreativa con la niñez de este sector de la ciudad impulsando un programa para elevar cometas aprovechando los vientos del mes de agosto.
Cuando la Policía Nacional a través de la especialidad de Infancia y Adolescencia en conjunto con los directivos comunales procedía a dar inicio a la programación recibieron la nefasta noticia de que la entidad no podía transportar ni la tarima ni el sonido, aduciendo no disponibilidad de transporte. Se lamentó la comunidad que una posible retaliación con la Junta de Acción Comunal por no haber respaldado al candidato de Asojuntas que respaldaba la Administración municipal sería el motivo del no préstamo de los equipos.
Como se recordará, la comunidad del barrio Siete de Agosto también fue objeto del desaire, cuando en pleno evento de conmemoración de la fecha patria, impulsada por los precandidatos a la alcaldía y Concejo municipal Marco Alejandro Arbeláez Vargas y Edier Valencia Jiménez, respectivamente. La dirección de Arte y Cultura, ordenó desmontar la tarima y recoger el sonido, como afrenta a la comunidad de este sector de la ciudad.
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Una postal para el recuerdo es la que ilustra la edición de hoy del Diario de Tuluá, de la visita que sostuvo en Santo Domingo, en 1989, el miembro del Centro de Historia de Tuluá Jorge Armando Russi Rojas. En esa visita compartió mesa con el máximo comandante del M-19 y candidato presidencial inmolado Carlos Pizarro León Gómez. El histórico momento contó con la compañía del exalcalde de Yumbo y cerebro de la toma a la embajada de la República Dominicana Rosemberg Pabón. Momentos que se rememoran cuando la izquierda de Colombia, llega a gobernar por primera vez la Patria, en más de 200 años de vida Republicana.
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Registramos con profundo pesar el sensible fallecimiento de Jesús Cifuentes Sánchez, recordado como el funcionario más servicial cuando estuvo vinculado al Hospital departamental Tomas Uribe Uribe. No hubo usuario inconforme cuando solicitaba sus servicios sociales los cuales prestaba de manera permanente. Su último paso laboral lo hizo como Gestor Ambiental de la Gobernación del Valle a través de INCIVA.
Desde estas líneas del Diario de Tuluá, expresamos toda nuestra sincera solidaridad a la Concejala Consuelo Cifuentes Sánchez, al empresario Hernán de Jesús, y en general a toda la familia Cifuentes Sánchez. Rogamos al Todo Poderoso, que reciba en su reino a “Chuchito”, como se le conoció cariñosamente a quien así llamaban en los pasillos del “Tomasito” y últimamente en los frondosos paisajes de la vegetación vallecaucana. Paz en su sueño eterno.