Por: Marcial Blandón
Como es de conocimiento por la opinión pública nacional, los Congresistas que representan al conservatismo colombiano, se declararon como partido de Gobierno en cumplimiento del estatuto de la oposición a través de la Ley 1909 de 2018, que obliga a las colectividades representadas en el legislativo y corporaciones públicas a definir una postura política en relación al gobierno de turno.
En contravía del querer de la gran mayoría de dirigentes y militantes del partido Conservador, históricamente conocido como partido de derecha, los legisladores y el nuevo directorio nacional presidido por el desconocido Senador antioqueño Carlos Andrés Trujillo, decidieron declararse como partido de gobierno en el mandato del primer presidente de la izquierda que regirá los destinos del País en los próximos cuatro años.
El manifiesto de la dirigencia Conservadora del Valle, que solicitaba declararse como partido independiente, aunque no llevaba las firmas de los líderes más connotados de la Fuerza Social. Es de conocimiento público que la organización política liderada por el exgobernador Ubeimar Delgado Blandón, no comulga con la postura ideológica del gobierno que encabeza Gustavo Petro. Decisión que toman los Congresistas de espaldas a los liderazgos regionales que puedan llevar a hacer trizas los resultados de la colectividad en el certamen electoral territorial de 2023.
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El partido Centro Democrático, declarado en oposición al gobierno de Gustavo Petro, comienza a reorganizar sus cuadros directivos de cara a las elecciones regionales de octubre 29 de 2023. El partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, no solo perdió el poder central, sino que tuvo bajas sensibles tanto en el Senado de la República como en la Cámara de Representantes. En el Valle del Cauca, cedió terreno importante.
De las cuatro curules que ostentaba en el Congreso de la República perdió tres: los escaños de John Harold Suárez y Gabriel Velasco en el Senado y Milton Angulo en la Cámara. El Representante sobreviviente Cristian Garcés Aljure, comenzó una correría en el departamento para instalar los directorios municipales. En Tuluá, la colectividad cuenta con la representación en el Concejo de José Manuel Rodríguez Poloche, encargado de adelantar la reingeniería que requiere la colectividad.
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Muy tieso y muy majo, fue como se le vio al pastor Marcos Urrutia Ramírez, en la Casa de Nariño, en el acto de posesión del nuevo embajador de Colombia Luis Gilberto Murillo Urrutia, ante el gobierno de los Estados Unidos. El diplomático le dio su sitio de importancia en el acto de posesión ante el presidente de la República Gustavo Petro, en un hecho inédito cuando un afro llega a la embajada, tal vez, la de más importancia ante un gobierno extranjero.
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Otro precandidato a la alcaldía que estuvo en la fría capital de la República fue el licenciado Ever Villegas Morante, quien hizo presencia en la feria de la tecnología y la información de la educación, donde dio a conocer los alcances del programa TAS “Temas de Amor por la Sociedad”, la cual se constituyó en un verdadero éxito a su paso por la cartera de educación municipal. Replicar en su eventual gobierno estrategias que tengan profundo contenido educativo, parece ser la consigna de Villegas Morante.
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En un escrito anterior, desde esta columna periodística hacíamos referencia a las pésimas relaciones administrativas existentes entre el alcalde del municipio de Bolívar Nodier de Jesús Cardona y el director del Hospital Santa Ana Mauricio González Rojas, lo que puede reflejar un deterioro en la prestación de los servicios médicos a la población de esa localidad.
Todo indica que esa misma situación se vive en el municipio de Trujillo entre el alcalde Diego Fernando Guerrero Quiceno y el director del Hospital Santa Cruz, médico Efrén Noriega Villadiego. Dicen, que el distanciamiento es tal, que contratistas que se identifiquen como amigos del alcalde o son retirados o no se les renueva su contrato. ¡Será verdad tal retaliación!