Por: Marcial Blandón
No terminaba el alcalde de los tulueños John Jairo Gómez Aguirre, de anunciar en rueda de prensa la cancelación de la Feria de Tuluá, que se celebra tradicionalmente en el mes de Junio, en las instalaciones del Coliseo «Manuel Victoria Rojas» cuando estallaba un escándalo de orden nacional por la celebración de un evento social, precisamente en ese lugar clausurado para todo tipo de eventos por motivo de la pandemia generada por el Covid-19.
El evento social que compromete seriamente a la actual directora territorial de la Gobernación para el centro del Valle Lina María Segura Moyano, la tiene en el ojo del huracán, por ser la promotora de la celebración llevada a cabo el Sábado anterior, el cual le ha merecido el reproche y rechazo de la sociedad tulueña, especialmente por parte del gremio de profesionales en salud cuando estamos en víspera del tercer pico del mortal virus del Coronavirus que tanta afectación ha ocasionado. En un escueto comunicado la funcionaria adscrita al Palacio de San Francisco, trató de justificar lo injustificable.
El evento social impregnado de la más absoluta irresponsabilidad evidencia en los videos que se han vuelto virales en las redes sociales la aglomeración de personas sin guardar el distanciamiento social, sin uso de tapabocas y el alto consumo de bebidas alcohólicas, realizado en el Coliseo de Ferias, no abierto al público, en una clara demostración de desprecio por la salud y la existencia humana, abonando que la gestora es una funcionaria pública que con su conducta debe dar ejemplo a la ciudad.
El reprochable evento social que ya está en conocimiento de los órganos de control disciplinario busca determinar si el evento contó con los permisos pertinentes, tanto de los administradores del Coliseo de Ferias «Manuel Victoria Rojas» como el de la Secretaría de Gobierno y del plan de emergencia que debe contar con el visto bueno de la Unidad Municipal de Gestión de Riesgo. Se espera el pronunciamiento de la nominadora de la funcionaria envuelta en el escándalo gobernadora Clara Luz Roldán y de las autoridades de Policía, que pasaron de «agache» o no se enteraron del evento.
Varios sectores no solo de Tuluá, sino del departamento han reaccionado con indignidad por la celebración del evento que compromete seriamente a la Ingeniera Lina María Segura Moyano, ex-candidata a la alcaldía de este Municipio, incluso le han pedido su renuncia al cargo que ostenta en la Gobernación del Valle del Cauca.
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La fuerte ola invernal que azota a la región dejó en evidencia el deterioro de la vía que del casco urbano conduce al corregimiento de Tres Esquinas. Las condiciones del carreteable son lamentables, los trabajos que adelantó hace poco la Administración municipal, tapando unos «baches» mientras la gobernación del Valle, adelanta la rehabilitación total de la vía, dejó protuberantes cráteres que ponen en riesgo a los ciudadanos que se atreven a transitar por el sector.
El remedio resultó peor que la enfermedad. Es perentorio que la Administración municipal presione el inicio de la obra prometida por la Gobernadora Clara Luz Roldan, pues la insatisfacción de la comunidad de ese sector rural plano del municipio crece a borbotones en contra del gobierno «De la gente para la gente».
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Quienes conocen al actual secretario de Movilidad del departamento Diego Adolfo Méndez Díaz, tienen las esperanzas cifradas en una excelente gestión desde este despacho en la reducción de la alta accidentalidad que se presenta en algunas vías del Valle del Cauca.
Se espera que el funcionario adelante una agresiva campaña de cultura ciudadana para que quienes al frente de un timón acaten las señales de tránsito y propendan por proteger sus vidas y el respeto por la de los demás. En muchos casos las sanciones no son las medidas efectivas cuando no se culturiza al ciudadano. Gran reto tiene el tulueño para concientizar a los vallecaucano en el respeto y acatamiento de las normas de tránsito.
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El anuncio del alcalde John Jairo Gómez Aguirre, en transformar la avenida más importante de la ciudad que es la transversal doce, llena de optimismo a los ciudadanos que venían preocupados por la ocupación de toda clase de ventas a lo largo y ancho de ella.
Iniciativa que abarca la recién remodelada Plaza Cívica Batalla de Boyacá y el parque Juan María Céspedes, evitando el otorgamiento de permisos para ocupar esas zonas de esparcimiento, la primera con un vehículo de una entidad financiera y la segunda zona verde con la ocupación de un bus que propende la donación de sangre. Iniciar con revocar esos dos permisos de ocupación de espacio público es la mejor manera de enviar un positivo mensaje a la comunidad.