Por: Marcial Blandón
Abrimos esta sección del Diario de Tuluá, registrando el sensible fallecimiento del ingeniero Divier Velásquez Londoño, quien libró una feroz batalla contra el mortal virus del Covid-19, en una Unidad de Cuidado Intensivo UCI, del Hospital Departamental Tomás Uribe Uribe, la que finalmente le ganó la batalla. Pese a todos los cuidados que le brindaron el personal de primera línea de la entidad médica y las múltiples cadenas de oración y miles de voces de apoyo el virus le arrebató la vida.
Divier Velásquez, fue en vida un destacado dirigente político en Tuluá, gran parte de su existencia la dedicó al sector público, en el sector privado se destacó como un exitoso empresario logrando consolidar su establecimiento comercial conocido entre los tulueños como «La Licorera del Parque». Secretario de Servicios Administrativos, de Gobierno en dos oportunidades y de Agricultura, desempeñando siempre con brillantez sus funciones públicas. Fundador del movimiento «Tuluá Líder», mecenas del ex-concejal Alexander Agudelo Colorado, con el que conformaron la organización «Si Tuluá», amigo y colaborador del también ex-concejal de la ASI, Carlos Arturo Cerquera Castillo.
Divier Velásquez, fue uno de los fundadores del grupo familiar Cristiano, afiliado a la Arquidiócesis de Buga, organización que igualmente presidió; últimamente se desempeñó como asesor del alcalde John Jairo Gómez Aguirre, siendo el enlace entre el mandatario tulueño y la actual directora nacional del Partido de la U, Dilian Francisca Toro Torres. Expresamos nuestra solidaridad a su esposa Luz Mery y a sus hijos David y Danna, para que Dios les de fortaleza en aceptar la irreparable pérdida.
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La Procuradora General de la República Margarita Cabello, se puso bien seria con los alcaldes que de acuerdo a la primera autoridad del Ministerio Público, han sido tibios o están mirando para otro lado con los desmanes y falta de autoridad que reina en sus localidades desde el día 28 de Abril que se dio inicio al paro nacional.
El fuerte llamado de atención, entre otros, mandatarios de la Región, lo recibió el alcalde de Buga Julián Rojas, que de acuerdo a lo indicado por la Procuradora, está «relajado» con la situación de orden público que atraviesa la ciudad Señora. Los rayos y centellas en contra del mandatario bugueño no solo provienen del alto órgano de control disciplinario, los recibe de una oposición ácida y dura de la forma en que gobierna a Guadalajara de Buga; si bien es cierto, la oposición no está en el Concejo Municipal (parece que en ese cuerpo colegiado de juntillas apoyan al alcalde) sus grandes opositores están en un sector importante de la dirigencia local y de medios de comunicación de la ciudad que no ahorran palabras para criticar su pobre gestión administrativa, según sus opositores.
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El paro nacional ha dado para todo, para que muchos Colombianos desahoguen su ira y frustraciones en contra del Estado, para vandalizar los bienes públicos, para enfrentamientos entre hermanos de patria (Fuerza Pública y manifestantes) para desabastecimiento de los más elementales productos de la canasta familiar, para el bloqueo de vías en todo el territorio nacional, para sentirnos secuestrados en nuestras propias comunidades e incluso hasta para grandes osos.
Foto: El Tabloide
El oso mayor de la protesta social corrió por cuenta del alcalde de los tulueños John Jairo Gómez Aguirre, que después de una corta presencia en la doble calzada a la altura del puente elevado que comunica a la nueva central de transportes y de reunirse con un marchante que fungía como vocero de los manifestantes salió a dar declaraciones indicando que gracias a sus buenos oficios el bloqueo que durante varios días dejó sin acceso a la ciudad por fin se levantaba. No pasaron cinco minutos para que el grueso de manifestantes desconociera lo acordado por el presunto vocero y mientras la noticia era registrada por los medios nacionales como un gran logro de las autoridades locales, los protestantes bloqueaban nuevamente la importante calzada del sur Occidente Colombiano. El afán de protagonismo hizo quedar a nuestro alcalde como el «oso» más grande de la protesta social que aún invade a Colombia.
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La Concejal del partido Alianza Verde Sandra Arrubla, de lejos, es la mejor cabildante de Tuluá. Transcurridos dieciséis meses de deliberaciones en el recinto de la Corporación Edilicia, su postura frente a la administración no solo obliga a los funcionarios de primer nivel del gobierno «De la gente para la gente» a no improvisar cuando son llamados a control político en el hemiciclo del Concejo, sino que tiene incómodo a más de uno de los amigos del gobierno expertos en la «sobada» de chaqueta.
La espécimen que andan circulando es que Sandra Arrubla, con sus contundentes intervenciones en el Concejo Municipal, estaría abonando una candidatura a la alcaldía de Tuluá, lo que no se puede descartar, pero que no sería coherente con el trabajo que viene adelantando Marco Alejandro Arbeláez Vargas, que aspira a la alcaldía con la nominación de la Alianza Verde y que si llega a contar con el respaldo del partido de la U, sería una candidatura casi invencible.
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