Por: Marcial Blandón
En las próximas horas se instala el segundo período de sesiones ordinarias del Concejo Municipal donde la mayor novedad será la ausencia del concejal Jorge Castaño, el segundo edil que pierde la vida como consecuencia del contagio del mortal virus del Covid-19, que ya le había arrebatado la existencia a su colega Jaime Franco. Sin definir aún el reemplazo de Castaño Parra, comienza este nuevo de sesiones que reintegra en su curul al concejal Conservador Carlos Arturo Londoño Marín.
Los ojos están puestos sobre los concejales de la oposición Cristian Hernández y Eliecid Ávila, del partido Conservador y de los cabildantes Sandra Arrubla, de la Alianza Verde, Oscar Oswaldo Gómez, vocero del partido Liberal y el representante del Centro Democrático José Manuel Rodríguez Poloche, que se declararon independientes ante el gobierno del alcalde John Jairo Gómez Aguirre, para que adelanten el control político que exige la ciudad.
Varios son los temas que deben ser abordados por los Concejales tulueños cuya iniciativa la deben tener los declarados independientes y de oposición. Se debe conocer con el sector salud la hoja de ruta sobre el proceso de vacunación contra el virus del Covid-19. El director de Movilidad debe rendir informe pormenorizado sobre la puesta en funcionamiento de la empresa de transporte urbano «La Esperanza del Mañana», cubrimiento de rutas, licencia para operar, autorización por parte del Ministerio del Ramo, entre otras inquietudes. Verificación de licencias urbanísticas donde se construyen proyectos de vivienda y la legalidad del plan de vivienda «Parcelación Belén»
El Concejo Municipal debe conocer sobre las acciones emprendidas por la administración municipal para contrarrestar la ola de inseguridad que se tomó a Tuluá; la falta de prevención para contrarrestar los hechos vandálicos que por poco destruyen la ciudad; las estrategias para disminuir la alta criminalidad en todas sus modalidades que ubican a Tuluá, como una de las ciudades donde más riesgo tiene la comunidad para su libre subsistencia. Una tarea bien grande les espera a los cinco Concejales en materia de control político al gobierno «De la gente para la gente». De la coalición de gobierno solo esperar a que un par de experimentados Concejales salgan en defensa de la obra de gobierno de Gómez Aguirre, mientras la otra gran mayoría a calentar puesto, contestar el llamado a lista, aprobar el orden del día y a pupitrazo limpio las iniciativas que presente el ejecutivo.
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La iniciativa que por estos días recordó el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal, de crear una república independiente desde el Valle del Cauca, tuvo eco en el diputado del Centro del Valle, elegido por el partido de la Juan Carlos Rengifo Arboleda, que para nada bien cayó en los estamentos y comunidad del departamento. Iniciativa desenfocada desde todo punto de vista cuando de lo que se trata de generar un llamado a la unidad cuando la Patria atraviesa una de sus más grandes crisis institucionales de toda su historia.
Pescadores en río revuelto, ningún favor le hacen a la democracia atizar el fuego de la inconformidad aquellos que ostentan sobre sus hombros una investidura otorgada por el pueblo, ahora que la sociedad requiere de una convocatoria de unidad nacional voces disonantes no pueden aupar la separación de un territorio, cuando reclama una mayor inversión social por parte de sus autoridades en el ámbito local, departamental y nacional. Salidas emocionales en falso que poco o en nada contribuyen a la unidad nacional.
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Atendiendo la directiva presidencial las autoridades locales donde se ha visto el bloqueo de vías como la doble calzada, en aras de despejarla de manera voluntaria y concertada con los líderes de la protesta conocieron un pliego de peticiones que los manifestantes de la barricada ubicada sobre el puente «de las Mariposas» presentarían ante el gobierno del alcalde John Jairo Gómez Aguirre. Un despropósito alejado de toda realidad.
«Que no se nombren o contraten en hospitales o entidades públicas personas vinculadas con el sector político; que no se otorguen cupos educativos a los Concejales en la Uceva; acabar con el consorcio de tránsito en Tuluá y se suspendan obras civiles en la planta física del Hospital Tomas Uribe Uribe». ¿Quieren coadministrar la ciudad quienes fungen como líderes de la protesta social? De ser ciertas estas solicitudes estamos lejos y bien lejos para que de manera voluntaria y concertada se levante la protesta social por lo menos en la Villa de Céspedes.
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Como por arte de magia desde que inició el Paro Nacional desaparecieron de las calles de Tuluá, el numeroso grupo de diligentes agentes de tránsito. Desde esa fecha desaparecieron de la faz de la tierra, cuando su presencia en esta época es más que necesaria. Desde el 28 de Abril no se volvió a ver ningún reten de tránsito en los sitios acostumbrados para requerir documentación especialmente a los conductores de motocicleta. La ciudadanía se pregunta si los funcionarios tienen vacaciones colectivas. ¡O que les pasaría!
La acción vandálica acabó con la mayoría de pasos semafóricos de la ciudad, el caos en las hora pico es impresionante, no aparece ningún agente de movilidad para controlar el tránsito. Ante esta ausencia injustificada del personal a su cargo que respuesta le puede dar a la comunidad tulueña el abogado Henry Osorio Cárdenas, director del departamento de Movilidad y Seguridad Vial del Municipio. Quedamos a la espera de su pronunciamiento.