Por: Marcial Blandón
La parálisis que afecta al País a raíz del paro nacional ha tenido repercusiones en todas las actividades que dinamizan la economía de la Nación, e indiscutiblemente, la actividad política también se ha visto seriamente perjudicada. ¿Quiénes han sido los más beneficiados o a quiénes se pueden beneficiar cuando estamos a diez meses largos de celebrarse la contienda electoral que renovará el Congreso de la República? ¿Qué sectores pueden recibir la mayor afectación derivada de la protesta social ante tanta insatisfacción ciudadana?
Sin duda alguna la clase política tradicional, la representada en los partidos tradicionales sobre el papel será la más perjudicada, sobre sus hombros soportan la pesada cruz del descontento ciudadano. Pero como las elecciones no son el próximo Domingo, ni los directores de los partidos políticos tradicionales no son ni aprendices ni ingenuos conductores de sus colectividades, se presume que en cada partido o movimiento se arman las estrategias para que el 13 de Marzo conserven las mayorías tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de la República. Sobre el mismo papel de las especulaciones electorales se vaticina que los partidos alternativos y de izquierda serán los que mayor tajada saquen del actual descontento civil.
Si bien es cierto, partidos como el Centro Democrático, el Conservador, la U y Cambio Radical, hoy son objeto de ese rechazo ciudadano, no se puede desconocer que son las colectividades que ostentan el poder en todos los órdenes territoriales, desde la Nación hasta el municipio más pequeño de Colombia. Otra verdad de a puño es que a los congresistas los eligen las clientelas tradicionales, el llamado voto cautivo, que va ligado con el nombramiento de funcionarios en las diferentes dependencias del Estado, los contratos de servicios profesionales o de apoyo a la gestión o las dádivas tradicionales que motivan a la ciudadanía a ir a las urnas. Si esa dinámica tradicional en nuestras costumbres electorales se mueve como un relojito los partidos tradicionales mantendrán su representación en el Congreso sin ninguna dificultad.
Los partidos alternativos o de izquierda centrarían su expectativa en la capacidad de mover electoralmente a la ciudadanía que en las calles rechazan al actual gobierno y la forma en que los políticos tradicionales han administrado los recursos públicos, impregnados de corrupción. Gobiernos como el de Claudia López, en Bogotá; Jorge Iván Ospina, en Cali y Daniel Quintero, en Medellín, podrían elegir formulas al Congreso en representación de las organizaciones alternativas que los llevaron a ganar las elecciones locales en sus territorios, pero carecerían de la fuerza electoral de orden nacional para arrebatarle espacio a las colectividades tradicionales.
En el caso del Valle del Cauca, independiente de lo sucedido con la protesta social se da como un hecho en que el partido de la U, barrerá en esa convocatoria electoral eligiendo dos senadores, Norma Hurtado y Juan Carlos Garcés y por lo menos cinco de los trece Representante a la Cámara que elige el Valle; el nombramiento de los dos últimos Ministros en el Gabinete del Presidente Iván Duque, que representan a Cambio Radical, aseguran la ratificación de las curules de Carlos Fernando Motoa Solarte, José Luis Pérez Oyuela y Carlos Abraham Jiménez. Igual suerte puede correr la elección de los senadores John Harold Suárez Vargas y Gabriel Velasco, del Centro Democrático, por el poder que su colectividad ostenta a nivel nacional.
El Partido Conservador no tiene representación en el Senado y difícilmente la alcanzará en las próximas elecciones. El Polo Democrático cuenta con dos escaños el de Alexander López, que no repite aspiración y el de Wilson Arias, que ingresó gracias a la renuncia del Senador que lo superó en votos en el 2018. La salida de Jorge Robledo, le resta electores al Polo, lo que podría dejarlos sin representación en el Valle. El partido Alianza Verde puede tener un repunte significativo si en Palmira y Jamundí, sus alcaldes se la juegan a fondo con sus candidatos al Congreso. Si las maquinarias electorales se aceitan, como tradicionalmente lo saben hacer, no perderán espacios en las elecciones parlamentarias del 3 de Marzo de 2022.
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Foto: Periódico El Campesino
La pandemia del Covid-19, limitó adelantar la celebración del día del campesino como en otrora se hacía, homenajes justos y merecidos a tantas mujeres, hombres y jóvenes que laboran en el campo para surtir de alimentos a las grandes urbes. Especial reconocimiento a nuestros abnegados y laboriosos campesinos que aparte de cultivar la tierra son incondicionales líderes de sus comunidades como Jesús María Lozano Oviedo, en La Marina; don Arcesio en Puerto Frazadas; Alonso Valencia, en La Moralia; Germán y Eulises Ruiz, en las Veraneras; Luis Alberto Villegas en San Lorenzo; Teófilo Sánchez, en Santa Lucía y tantos trabajadores del campo que desde sus parcelas también hacen patria.
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Por iniciativa del diputado Rodrigo Guzmán Dávila, la Asamblea Departamental otorgó un merecido reconocimiento al actual secretario de Educación del Municipio Everth Antonio Villegas Morante, convirtiéndolo en el funcionario más laureado de la Administración municipal. La iniciativa exalta la consagración que con la comunidad educativa de la ciudad tiene el titular de educación, al que por supuesto, cada día se le ve más molde de candidato en suceder en el cargo al actual alcalde de los tulueños John Jairo Gómez Aguirre.
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Quien no recuerda en los pasillos del Hospital Departamental Tomás Uribe Uribe a Juan Lastre, un fogoso líder del sindicalismo que acompañaba de manera pacífica mitin, protesta o cese de actividades que se presentaba en la casa hospitalaria. Amigo de todos y fiel cuidandero del parqueadero externo, no había una protesta pacífica del hospital donde no estuviera Juan Lastre, con su megáfono arengando los diferentes reclamos. En el Paro nacional se le ha visto en Cali, ciudad donde ubicó su lugar de residencia, marchando en la protesta social por las diferentes vías de la sultana del Valle. Qué ejemplo de decencia en el reclamo de sus derechos, Juan Lastre, levanta su voz para reclamar al estado sus justos derechos, pero jamás una piedra para hacerle daño a la sociedad o a los bienes del establecimiento.