Por: Marcial Blandón
El acomodo de líderes y dirigentes políticos que buscan quedar cobijados con la mejor sombra se da a diario en relación a las elecciones parlamentarias que se celebrarán el domingo 13 de Marzo de 2022. Los movimientos son permanentes, de oferta y demanda como en los mercados más cotizados, unos vienen y otros se van, como diría un experto, «la dinámica de la política».
El anuncio de la candidatura al Senado de la República del actual diputado del Valle, Julio César García, tiene a más de uno con insomnio en el partido Centro Democrático. Esta colectividad que no contará con la candidatura de su fundador el ex-presidente Álvaro Uribe Vélez, puede poner en riesgo varias curules de las 19 alcanzadas en las elecciones de 2018. Sin una figura de ese peso electoral se pronostica un bajón en la votación y por ende en la reducción de sus Senadores.
El Valle del Cauca cuenta con dos escaños, el de el tulueño Gabriel Velasco y el Senador de Buga John Harold Suárez Vargas. La candidatura del diputado Julio César García, les pone «el dulce a mordiscos» porque pueden correr el riesgo en quedarse el Centro Democrático, sin representación en el Senado por este departamento, por no tener los votos suficientes para siquiera elegir uno de los tres.
Como se recordará en la lista al Senado que encabezó Álvaro Uribe Vélez, solo 197 votos separaron al licenciado John Harold Suárez, de la dirigente Milla Patricia Romero, quedándose el primero con la última curul del Centro Democrático en el Senado. Sin la figura de Uribe Vélez, «arrastrando» la lista y con un competidor como Julio César García, que contaría con el apoyo de la actual directora del Departamento para la Prosperidad Social DPS, le podría generar serios problemas en las aspiraciones de Velasco y Suárez Vargas, en confirmar sus curules en el Senado.
A este panorama se suma el anuncio del ex-secretario de Gobierno y Movilidad de Guadalajara de Buga, Ovidio Arango Esguerra, de abandonar la organización que lidera el Senador John Harold Suárez Vargas, por serias discrepancias, según un comunicado que ha hecho público el ex-funcionario, en el nombramiento en cargos oficiales de amigos cercanos al Congresista bugueño. Una nueva baja que puede pesar en el resultado electoral que pretende alcanzar Suárez Vargas.
La candidatura de Julio César García, sigue desnudando la grave crisis por la que atraviesa el partido Conservador en el Valle del Cauca. Se da por un hecho el apoyo del ex-candidato a la Cámara Miyer Huependo, militante del movimiento «Coraje Vallecaucano» fundado por Heriberto Sanabria Astudillo (q.d.e.p), ratificando que la «Fuerza Social» liderada por el ex-gobernador Ubeimar Delgado, se queda cada día más solo para afrontar las elecciones parlamentarias con el inminente riesgo de perder la única curul que posee el partido Conservador en cabeza del actual Representante a la Cámara Gustavo Padilla Orozco.
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La alerta de los epidemiólogos sobre un tercer pico de la pandemia del Covid-19, que puede producirse después de la celebración de la Semana Santa, tiene a más de un mandatario local y departamental en todo el País, tomando medidas restrictivas para evitar en sus poblaciones la propagación del contagio del mortal virus.
Tuluá, que ha sido uno de los municipios del departamento que ha tenido más afectación en cuanto a contagios e incremento en la cifra de fallecidos, aún no anuncia por parte de sus autoridades las medidas a tomar. El relajamiento visto en los últimos días amerita que se tomen acciones contundentes desde el Gobierno municipal, la falta de control en establecimientos de venta y consumo de licor y las permanentes fiestas que se organizan cada fin de semana en fincas del sector rural plano, son detonantes que inciden en el incremento de los contagios; la prevención es la mejor medicina para contrarrestar el mortal virus. Las medidas deben ser drásticas consignadas en los actos administrativos y de severo cumplimiento por parte de las autoridades. De no ser así serán repetitivos saludos a la bandera.
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El atentado ocurrido la noche del Sábado anterior contra las instalaciones del CAI de la Policía Nacional sobre la transversal doce que dejó lesionado a un uniformado y una dama que circulaba por el sector y en el que le costó la vida a la mascota que acompañaba a los policiales es un acto de desprecio contra la vida por parte de «mozalbetes» que atentan sin medir las consecuencias. El hecho criminal repudiado por toda la sociedad tulueña refleja una situación inocultable e inmanejable por las autoridades locales.
En catorce meses no solo se incrementaron las cifras de homicidios comparadas en el mismo lapso de tiempo con el gobierno del antecesor del alcalde John Jairo Gómez Aguirre. Surgió una nueva célula guerrillera en las montañas tulueñas y los actos terroristas llegaron al sector urbano; seguir desconociendo la incapacidad en el manejo de la seguridad ciudadana es un daño que no solo se hace al gobierno y a sus autoridades de Policía, se la hace a toda la comunidad. Están a tiempo de enderezar el barco, antes de que naufrague en las aguas de la incertidumbre ciudadana.