La diferencia en años es casi un siglo. La mal llamada por algunos fiebre española fue una pandemia que marcó la vida de las generaciones de los años 1918 al 1920 donde los jóvenes entre 20 y 40 años fueron la presa o víctima más afectada según las estadísticas de ese momento. Sin conocer su origen real y se vaticinar el “paciente cero” eran momentos agitados por la gran guerra producto del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo en Sarajevo (hoy antigua Yugoslavia).
Al igual que el COVID-19 se vaticina aun quien fue el “paciente cero” y cuál es el origen de la pandemia, los eruditos del tema discuten el origen desde la perspectiva de la zoonosis, transferencia de un animal vivo a un ser humano. Su población afectada en gran mayoría según los datos estadísticos actualizados son los adultos mayores y la población con características de Asma, Epoc, Bronquiectasia, Presión alta y Diabéticos, pero las evidencias marcan una línea preocupante que no discrimina edad, sexo, condición sexual, pensamiento político y mucho menos su condición económica; esta pandemia se da en una de las disputas políticas y económicas más fuertes entre los Estados Unidos de América y el gigante asiático China, por los precios del petróleo que imponen la OPEC vs RUSIA.
Las rutas de contagio de la fiebre “española” muestra una ruta que viaja desde Kansas en Estados Unidos de América, vía marítima y cuyos portadores son soldados que engrosaran las filas de los aliados, que llegan en 1918 a reforzar las trincheras en la zona de contacto cuerpo a cuerpo; para diseminarse por el continente europeo se tardó cerca de 4 meses y no se conocía el mecanismo de contagio. La ruta del COVID-19 es la ruta moderna de las comunicaciones aéreas entre la efervescente China continental y las vías de euro asía hasta llegar al viejo y rico continente y de allí al nuevo continente ingresando por las plataformas aérea del norte en Nueva York y Miami, dos de las más grandes del mundo, a centro américa vía ciudad de Méjico D.F. y Ciudad de Panamá y al sur por Bogotá, Sao pablo y Buenos Aires. Para llegar hasta donde estamos se ha tardado menos de 30 días, esto debido a la facilidad de comunicación con el resto del mundo y la cantidad de ciudadanos globales circulando.
La fiebre “española” apareció haciendo los estragos en la población entre 1918 y 1920 con sus correspondientes estaciones fueron casi 50.000.000 de almas perdidas, almas jóvenes que eran la esperanza de esas generaciones del segundo decenio del siglo 19, se redujo la población de tal manera, que hoy se siente miedo por los posibles efectos reales del COVID-19, ya que son incalculables las pérdidas de vidas por la capacidad de contagio que tiene un RO=3, es decir, que un infectado es capaz de producir tres nuevos infectados, y cada uno de ellos, a su vez, podrá infectar a otros tres, y así sucesivamente. Cuanto mayor sea ese número, más transmisible será esa enfermedad.
El mundo entero y sus dirigentes no estaban preparados para la pandemia del COVID-19, se consideró una simple gripa (Influenza), se ha manejado de manera despectiva como una gripe estacional y cuya mortalidad está calculada en un 1% al 3% de los contagiados con una capacidad de contagio de RO=1.2. Las estadísticas globales facilitadas por el Instituto John Hopkins, autoridad mundial en este tema, muestra que la capacidad instalada en las casa de salud será insuficiente para la atención de las personas que acudan de manera masiva como se estima por la autoridades sanitarias como la OMS. Los videos, los documentos y las evidencias estadísticas muestran un panorama desalentador y las potencias así lo están viviendo hoy. Ahora sabes por qué la fiebre “española” fue tan arrasadora. Ahora te invito a que te quedes en casa y seas lo más creativo y diligente con los tuyos para que en la etapa 3 de la pandemia podamos retornar en parte a nuestras antiguas actividades, que no serán las mismas desde ahora en adelante ve!