Pacientes de la Nueva EPS, intervenida por la Superintendencia Nacional de Salud, reclaman del Gobierno nacional atención oportuna ante los retrasos en la entrega de medicamentos, ausencia de insumos y falta de atención especializada, que pone en riesgo sus tratamientos y su vida. Esta problemática, que llevó a varias madres de familia a protestar, hace parte de las caras de la crisis en salud que desde la Gobernación del Valle del Cauca sustenta el insistente llamado a la nación por una salida que garantice el servicio a los usuarios.
Entre los casos que reflejan el drama de las familias, está el de Héctor, padre de una niña de 7 años con síndrome de Pfeiffer tipo II, enfermedad ultrahuérfana que requiere controles por 13 especialidades médicas.
“Dada la complejidad del caso de mi hija, ha tenido que ser intervenida quirúrgicamente en más de 30 ocasiones. Realmente no nos sirve que nos atiendan en una IPS primaria porque no tienen los especialistas que se requieren”, señaló.
Otro caso documentado por la Secretaría de Salud del departamento, es el de Anilda Zúñiga, quien denuncia que su hija, alimentada por gastrostomía, lleva dos meses sin recibir insumos ni alimentos esenciales. “Está sin tratamientos, sin citas médicas, sin insumos, sin alimentación. Mi niña tiene una gastrostomía y no me han entregado nada desde hace dos meses”, afirmó.
Esta madre de familia es además cuidadora de una niña en condición de discapacidad, y por eso insiste en que “el Gobierno nacional se ponga la mano en el corazón. Nos tienen totalmente abandonados y los pacientes se están muriendo.”
La secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, quien se reunió con los familiares que adelantan una protesta, dijo que “es una realidad que demuestra que el sector no tiene los recursos suficientes para responder. Por eso se requiere el cumplimiento de las órdenes de la Corte y garantizar la prestación de servicios como corresponde”.
De esta manera se sustenta los reiterados llamados al Gobierno nacional y el Ministerio de Salud para atender la grave situación financiera de las entidades de salud.
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