“Nadie en Tuluá se puede acostar sin almorzar”, es uno de los propósitos que se ha trazado el precandidato a la Alcaldía de Tuluá, Carlos Arturo Londoño. Pareciera una iniciativa con alto contenido demagógico, pero cuando se conoce cómo transcurrió la niñez y la juventud de este líder conservador, el interlocutor queda con la certeza que ésa idea hace parte de un firme propósito que se haría realidad implementado comederos comunitarios en toda la ciudad.
La organización política “Amigos de Oscar Gómez González”, llegó en 1997 al Concejo municipal, en cabeza de su máximo líder, después de ocupar un cargo administrativo en el Colegio Industrial. Era el gobierno del licenciado Ramiro Devia Criollo (q.d.e.p), cuando en el hemiciclo de la corporación edilicia comenzó a escucharse la “voz de trueno”, como se le conocía al diligente líder popular que llegó a ocupar un escaño en esa entidad.
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