De niño, estando de vacaciones en casa de mi abuela, mi tía mercaba en la galería o plaza de mercado de Manizales, me invitaba a la zona de las dulcerías y me compraba panelitas de leche y corozos. Los azucarados pasaban por mi garganta con afán de otra y los corozos los convertía en casitas que construía con cuatro bolitas, después serían derribadas con otro corozo, luego de un pipo de suerte.
Mientras tanto mi tía averiguaba por Jesusito, hombre de piel negra, de rostro fino y decente. Recuerdo que era bajito, pero tan fuerte que caminaba dos o más kilómetros sin parar con el canasto lleno de remesa en sus espaldas y sostenido por una cincha de caballo que colocaba en su frente.
Ya en casa y sudoroso, bogaba agua de panela con limón. Luego, empleado por mi abuela, se prestaba para raspar con azadón la lama verde del patio de tierra de la casa.
Cuando no era día de coger el azadón, simplemente apresuraba la despedida para así alcanzar a otro cliente y cargar otro mercado.
Esta es una de tantas historias testimonio, habidas sobre la vida que rodea dentro y fuera, las plazas de mercado.
La experiencia en Tuluá, todo un ejemplo.
En el año 2020, IberCultura Viva abrió convocatoria en todos los países iberoamericanos para que asociaciones y organizaciones presentaran iniciativas que atendieran necesidades llegadas por efectos de la pandemia.
La Corporación Equilibrio y la Asociación Sancocho de Tuluá, resultaron ganadoras y reconocidas a nivel internacional por su trabajo. Juntas presentaron la iniciativa con la cual se prestó asistencia alimentaria a personas de la galería y se desarrolló una serie de podcast con el contenido histórico de la plaza de mercado y su importancia en el tiempo, dada allí, la movilidad social, cultural, política, económica, etcétera.
Lo anterior conecta con la investigación que llevó a cabo la Corporación Equilibrio en el año 2017, para reconstruir la trayectoria histórica de la Galería o plaza de mercado de Tuluá, donde producto de lo investigado, surge un libro y un corto documental.
En el año 2019 se hicieron recorridos pedagógicos con jóvenes, fomentando la identidad cultural y sentido de pertenencia por la galería y la vivencia activa de su historia.
Nota: También en el año 2020, hicieron un mural al interior de la galería en compañía de artistas tulueños que donaron su trabajo y con el apoyo del Sindicato de los Comerciantes de la plaza. Ahora permítanme presentarles el libro, el documental y la serie de podcast.