Para mi es importante esta casa, espero que a ustedes ciudadanos le preocupe, al menos el frente de ella, a ustedes también, concejales y alcalde, es preciosa, como lo son algunas construcciones que le hacen compañía por allí.
¿Porque es importante? Sencillo, cuando a diario caminé Tuluá, frecuenté con pasión La Casa de La Cultura. ¡Que casa aquella! era la protagonista, la alegre, la bella que acogió a poetas, a artistas plásticos, a escritores, a teatreros, a la asignatura de valet, etcétera. Fueron muchos los trabajos fotográficos que hice dentro de la vieja, Casa de La Cultura.
Luego es Cali, la ciudad que me acoge y entonces es esporádicamente que puedo visitar a mis orejones queridos. Camino los andenes de Tuluá, me estaciono en sus esquinas para observar cambios y admirar alguna fémina y al toparme con un amigo, cambio de rumbo en busca de algún punto donde beber un buen express y disfrutar de la charla o de un chico de billar, pero, cuando voy en busca de la casa bella, y qué encuentro, “un cajón». Así me dijo alguien con quien comentaba el asunto, me dijo:
-Encerraron a su bella en ese cajón
– Si hombre, los preocupados por la cultura olvidan que el diseño arquitectónico es arte y cultura y lo más grave de todo es el silencio de muchos arquitectos y de los herederos de estos patrimonios. Dejan que estas creaciones sean encerradas en cajones.
No permitamos que este frente sea derrumbado, pues si eso pasare, meterían su historia su cultura y su literatura en un cajón. Mirad que bella es esta esquina
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