Tras una convocatoria en las redes sociales, decenas de animalistas empezaron a llegar con velas encendidas para colocarlas en los alrededores del CAI de Tuluá donde el pasado en la noche del pasado sábado fue arrojado un artefacto explosivo dejando con graves heridas un agente y una mujer embarazada y muerto un perro que habitualmente acompañaba a los uniformados.
La velatón, promovida por la Fundación Derecho Animal, pretendía rechazar todas las formas de violencia en contra de los animales y rendir homenaje al canino que los uniformados del CAI de la Transversal conocía como Mono Mantequilludo.
Cuentan los policías que este animal se había convertido en la mascota del CAI pues era un habitual visitante que contaba con el afecto y el alimento que los mismos uniformados le proporcionaban.
Mono, era un perrito cariñoso, dócil y juguetón, pero ante todo, muy agradecido.
Sobre este hecho, la Gobernación del Valle ofreció un recompensa de diez millones para quien brinde información que conduzca a la captura de los responsables del atentado.
«Este artefacto fue lanzado de manera cobarde contra este CAI afectando la integridad de uno de nuestros hombres, quien afortunadamente presenta lesiones leves y se encuentra siendo atendido en centro asistencial», afirmó el coronel Jorge Urquijo, comandante de la Policía del Valle del Cauca.
Urquijo agregó que tras el hecho se realizaron varios operativos, entre ellos un allanamiento en el cual se incautaron dos granadas y una pistola.