El abogado y administrador de empresas, Miguel Ángel González, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Tuluá, consideró que una vez la humanidad superé la crisis ocasionada por el Coronavirus, “todo será diferente” y que cobrará singular valor “lo virtual y cambiará la forma de hacer negocios”.
¿Qué ciudad nos espera después de la pandemia?
No sólo una nueva ciudad, sino un nuevo mundo. Todo será diferente, todo va a cambiar, van a cambiar muchas formas de hacer las negociaciones, vamos a darle más valor a lo virtual, indudablemente con un impacto a nivel Tuluá, a nivel país y a nivel mundial. Los especialistas dicen que se van a perder 25 millones de empleos a nivel mundial y tal vez esa cifra sea subvalorada, pueden ser muchos más. En este momento tenemos un tema de incertidumbre esperando las políticas a nivel nacional, que sean lo mejor para atacar dos cosas: crisis económica y la crisis sanitaria.
Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Tuluá
En la construcción de la nueva ciudad ¿cuál va a ser el papel que jugará la Cámara de Comercio?
El papel que siempre ha jugado la Cámara es acompañando a los empresarios y fortaleciendo del empresariado y en este caso el reinvento de sus procesos en lo cual estamos trabajando. Hay que reinventar nuestros procesos para salir adelante también de la crisis, ya estamos trabajando en un programa que se llama Reco y estamos trabajando ya en ello en forma virtual y estamos accediendo con algunos empresarios para vincularlos. Las Cámaras de Comercio no han sido ajenas a la afectación también como a cualquier otra empresa en términos de sus ingresos; el tema es darle más fuerza a la virtualidad.
En el caso de Tuluá y la región qué conocimiento tiene del impacto de la crisis ocasionada por la pandemia en las empresarias y el comercio.
En estas crisis las más vulnerables van a ser las microempresas que constituyen en Tuluá y a nivel país el 96%, aproximadamente 1.600 empresas. De una u otra manera unas se verán más afectadas que otras, pero la mayor afectación será para las microempresas.
El papel de la Cámara de Comercio, en opinión de algunos, se ha quedado solo en el registro, en la expedición de la cédula comercial. ¿En esta pandemia va a transcender el papel de la Entidad en otro escenario de mayor importancia para reactivar la economía regional?
Digamos que esa apreciación es de aquellas personas que no conocen el funcionamiento de las Cámaras de Comercio. La Cámara de Comercio el año pasado impactó 4.600 empresas de 10.533 que tenía en sus registros vigentes, entonces si hemos hecho un trabajo importante lo que pasa es que en ocasiones el empresario tampoco se acerca y desconoce mucho el trabajo y nuestra capacidad operativa también nos da un límite de acceso a todos los comerciantes; la Cámara no solo en Tuluá sino a nivel país han estado prestas al fortalecimiento del trabajo del tejido empresarial.
Por favor tradúzcame la expresión ‘impactó’. ¿De qué manera se ha reflejado ese impacto en el sector empresarial e industrial?
Pues el impacto es con nuestros procesos institucionales donde tenemos programas institucionales de fortalecimiento, formalización, de consultoría, de capacitación y asesoría, en temas de registro de marcas, en temas de patentes, en tema de comercio exterior, programa de encadenamientos productivos, fortalecimiento de las unidades de negocio, planes de negocio, también de nuestro campo virtual con capacitaciones y accesos a diferentes programas.
En esta pandemia se ha demostrado la importancia del campo en el desarrollo de la región. ¿Cuál ha sido el aporte que ha hecho la Cámara de Comercio, como ha contribuido en su asociatividad?
Nosotros como Cámara de Comercio de Tuluá hemos tenido protagonismo importante en temas de acompañamiento de la asociatividad, pues prueba de ello es la pasada sexta versión de la Feria Agroindustrial que realizamos donde impactamos 200 asociaciones, no solo de nuestra región sino de todo el Valle del Cauca donde tuvimos presencia de productos de Palmira, Buenaventura, Cartago, Buga. Estoy hablando de esos municipios como Cámaras de Comercio con sus jurisdicciones y se hace un trabajo importante en temas de acompañamiento y fortalecimiento de este encadenamiento productivo y lógicamente hay que mirar el campo y a la producción nacional, es indudable que la economía también tiene que dar un giro y no depender solamente del tema minero.