Por: Marcial Blandón
La directora nacional del Partido de la U, Dillian Francisca Toro Torres, ha demostrado a lo largo de su dilatada trayectoria política su liderazgo que no solo la han posicionado en el ámbito nacional como una de las líderes más importantes del país, sino que la organización fundada en el Valle del Cauca, es la más sólida políticamente en la Región, a tal punto que el movimiento “Nueva Generación”, como grupo, es el más beneficiado electoralmente el pasado trece de marzo. Dos escaños en el Senado de la República y tres en la Cámara de Representantes, la constituyen en la primera fuerza política del departamento.
El éxito de la médica Dilian Francisca Toro Torres, en elecciones colegiadas y en unipersonales como la Gobernación del departamento y alcaldías en los municipios del Valle, es ajena a los resultados electorales de orden nacional. Como se recordará en el 2018, la exgobernadora del Valle apoyó en primera vuelta presidencial al candidato de Cambio Radical Germán Vargas Lleras, quien alcanzó un resultado electoral lejos al poderío y maquinaria que ostenta en el departamento. En segunda vuelta acompañó al actual presidente de la República Iván Duque, sin que su peso electoral se sintiera en el resultado final.
El escenario de 2018, se repite sin ninguna modificación en el 2022. El partido de la U, alcanza en el Valle cinco curules en el Congreso de la República con una significativa votación, mientras que el resultado electoral del candidato avalado por la colectividad Enrique Peñalosa, obtuvo una pobre votación. Ahora, el partido de la U, como colectividad ha decidido respaldar la candidatura de Federico Gutiérrez. Sabe Dilian Francisca Toro, que la obligación en el Valle es superar los guarimos electorales del Pacto Histórico de Gustavo Petro y la Coalición de la Centro Esperanza con Sergio Fajardo.
En el caso patético de Tuluá, los dirigentes del partido de la U, no acataron la directriz de Dilian Francisca Toro. Mientras sus candidatos al Senado Norma Hurtado Sánchez y Juan Carlos Garcés Rojas, alcanzaron 11.727 votos, Enrique Peñalosa, obtuvo 2.300 sufragios. Eso demuestra que no todos acatan las órdenes de Dilian, ni todos se ponen la camiseta por el candidato, que en el evento que resulte elegido presidente de la República pueda catapultar a la “Nueva Generación” en el ámbito nacional. De no disciplinar a su gente en el Valle, Dilian Francisca Toro, está condenada al éxito en lo regional, pero alejada de los estadios de la democracia nacional.
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La presentación oficial de la versión número 65 de la Feria de Tuluá, es la clara demostración en que nuestras vidas retornan al sentido común después de la cancelación de los dos últimos certámenes a raíz de la pandemia que generó el virus del Covid-19. Es el estreno oficial de la Administración municipal del alcalde John Jairo Gómez Aguirre, del evento anual más importante que tiene la ciudad, al menos lo visto en la organización de las nueve novenas y nueve verbenas el pasado mes de diciembre demuestran que el retorno de la “Mejor feria de Colombia”, hará honor a su slogan.
El certamen 65 de la mejor Feria de Colombia, contará con la dirección de Robinson González, persona que se mueve como pez en el agua en las altas esferas del Estado, incluso, se asegura en corrillos que ese hecho garantiza la presencia del presidente de la República Iván Duque Márquez, en el acto inaugural del programa ferial, como una de sus últimas jornadas de gobierno. Dos motivos alegran a los tulueños con la nueva versión de la feria, la exquisita parrilla de artistas y el retorno a la feria del pueblo con casetas sobre la carrera 30.
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En el abanico de candidatos a la alcaldía de Tuluá, se escuchan a diario especulaciones, unas con asidero y muchas otras sin peso electoral alguno. Observadores políticos en la Villa de Céspedes, califican el nombre de Ivanov Russi Urbano, actual director de la terminal de transportes del distrito de Santiago de Cali, como potencial aspirante al primer cargo municipal. Candidatura que podría evaluarse en el Pacto Histórico, toda vez que Russi Urbano, proviene del hogar conformado por dos dilectos hijos del partido Liberal como lo son doña Inés Urbano y Jorge Armando Russi Rojas, miembro del Centro de Historia de Tuluá.
Ivanov Russi, fue candidato a la Asamblea del Valle, director de la Central de Transportes de Popayán, entidad en la cual cumplió una destacada gestión. Su paso por el terminal de transportes de Cali, lo califican como un funcionario con alto conocimiento en la función pública. Russi Urbano, también es persona cercana al exalcalde tulueño Gustavo Vélez. En el cañaveral político para las elecciones territoriales de 2023, su nombre es de estudio y análisis por parte de observadores de la política parroquial.
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Parece que Tuluá, definitivamente está forzada no se sabe hasta cuando a sufrir los embates de los mal llamados piques ilegales. Práctica riesgosa y por fuera del control de las autoridades locales. El departamento administrativo de Movilidad y Seguridad Vial, sigue siendo un fiasco en la materia. Las expectativas que se generaron en la nueva directora, Yuri Alejandra Guatapi, se han ido desmoronando paulatinamente. En las primeras de cambio se ve que las cosas no van a mejorar, como decían los abuelos “en el desayuno se conoce como será el menú del almuerzo”.
Es el tercer director de Movilidad que se designa en el gobierno “De la gente para la gente”, sin que los resultados a la vista sean visibles y positivos. De manera articulada, pero esporádica se han hecho un par de operativos para controlar a los “barbaros” que se toman la ciudad los fines de semana donde causan terror por donde pasan. Los agentes de tránsito no salen de operativos a la altura de la Herradura y la Iglesia San Bartolomé donde generan trancones de padre y señor mío. Dotados de nuevo parque automotor y el incremento de unidades a través de Gestores de Movilidad, que al parecer solo han servido para engordar la nómina oficial.
El departamento de Movilidad es una cartera que le ha quedado grande a los últimos directores; en el tema de los “piques ilegales” comparten responsabilidad con la secretaría de Gobierno y la Policía Nacional, que se han visto incapaces y frágiles para controlar esa fea costumbre que tanto daño le ha hecho a la ciudad. Ni que decir de los pasos semafóricos, vandalizados desde la época de la protesta social, dañados y en permanente deterioro, lo que demuestra la decidía oficial y la incapacidad de repararlos porque quienes han estado al frente de la dirección de Movilidad. Como están las cosas y con lo que se ven venir, mejor apague y vámonos.