Por: Marcial Blandón
Aunque en el ambiente político de Tuluá, reina la incertidumbre por conocer si el exalcalde Gustavo Adolfo Vélez Román, presentará su nombre para buscar su segundo mandato, seguidores de su forma de gobernar la ciudad tienen motivos suficientes para solicitar que considere esa posibilidad, porque según allegados al exmandatario las cosas en el municipio no marchan por buen camino y mucho de lo conquistado en su gobierno ha tenido un marcado retroceso en los tres años de la actual administración.
Uno de los principales motivos que ha trastornado la tranquilidad de los tulueños es la alteración de orden público y el incremento en las modalidades de crimen especialmente la extorsión que ha afectado a comerciantes sin distingo de ninguna naturaleza, desde empresarios hasta tenderos de barrio, y como si fuera poco, surgieron carteles de productos básicos de la canasta familiar sin el control por parte de las autoridades.
La ocupación de espacio público no tiene razón de ser. La recuperada calle Sarmiento, volvió a ser ocupada por toda clase de ventas ambulantes como hace años se veía, el comercio formal ve con impotencia como se ocupan nuevamente sus frentes y vitrinas sin que autoridad alguna controle la informalidad; la calle 25 y el tradicional bulevar que se había convertido en un sendero para disfrutar de una sana caminata volvió a ser ocupado con módulos, motos y stands de los comerciantes que exhiben sus mercancías sin ningún control.
La sana convivencia en sectores residenciales se perdió, bajo la excusa de la reactivación económica que produjo la pandemia del Covid-19 y el estallido social. Proliferaron establecimientos de venta y consumo de licor que se ubicaron en diferentes sectores de la ciudad sin el cumplimiento de los requisitos para desarrollar la actividad económica arrebatándoles la tranquilidad y el descanso a muchas familias tulueñas. Estos son algunos de los motivos por los cuales un sector de la ciudadanía reclama al exalcalde Gustavo Vélez, para que vuelva a imponer autoridad y orden en la Villa de Céspedes.
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El precandidato al Concejo municipal por el partido de la U, Melquisedec Vela Gómez, adelanta una importante labor social en un sector de la alta montaña tulueña, beneficiando a más de 120 niños campesinos que habitan el corregimiento de Barragán y la vereda El Porvenir, con la entrega de dotación escolar al inicio del año lectivo 2023.
Melco Vela, durante su etapa como precandidato a la alcaldía de Tuluá, se destacó por su permanente servicio social, especialmente a sectores de la alta montaña tulueña; ahora en su condición de aspirante a la Corporación edilicia, intensifica su trabajo comunitario que le permitiría quedarse con uno de los escaños del partido de la U. Aunque aún no se define si las listas son cerradas o con voto preferente en las elecciones del 29 de octubre el abogado Vela Gómez, no se detiene en seguir sirviendo a la ciudadanía.
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El Diario La Región, fundado y dirigido por tal vez el periodista más laureado en el centro del Valle Jaime Orlando Aristizábal, arriba el próximo primero de febrero a su segundo año de vida institucional entregando a sus múltiples lectores información que cubre el acontecer diario de las localidades que conforman el anillo de la región, con énfasis en los municipios de Buga y Tuluá. La investigación de la noticia y la neutralidad e independencia en la entrega de ella, han posicionado al Diario en el gusto de sus lectores.
El miércoles primero de febrero circulará la edición No. 521 del Diario La Región, bajo la acertada dirección del también abogado Jaime Orlando Aristizábal. En su trayectoria periodística ha sido premio nacional de periodismo del Círculo de Periodista de Bogotá, CPB, premio nacional de periodismo Simón Bolívar y premio de periodismo Alfonso Bonilla Aragón. En Tuluá se desempeñó como director de noticias de la Cariñosa, emisora de la Cadena Básica Nacional RCN. Larga y duradera vida deseamos desde estas líneas al Diario la Región.
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Definitivamente los anuncios que hace la administración municipal en materia de cifras de seguridad ciudadana, o causan roncha, o no saben dónde están parados o ciertamente quieren seguir maquillando lo que está sucediendo en esta materia con indicadores que ni ellos mismos se creen. La última perla fue la publicación de los índices de criminalidad en la modalidad de homicidios donde hacen una omisión más grande que la ciudad que gobiernan.
No solo Colombia sino el mundo entero conocieron la masacre ocurrida en el pabellón número ocho del establecimiento carcelario de Tuluá, que dejó 55 víctimas producto de la revuelta interna acontecida el año anterior. La administración municipal, sin ni siquiera sonrojarse publica esa reducción sin tener en cuenta los 55 fallecidos como si los hechos no se hubiesen cumplido en la ciudad. Para las familias de las víctimas es indignante que ni siquiera sus muertos cuenten en las cifras oficiales de un gobierno de espaldas a la realidad de lo que acontece en materia de orden público en la Villa de Céspedes.