Una vez el abogado y presidente de la Fundación Los Azahares, Jorge Enrique González, publicó en las redes sociales que los areneros de Bugalagrande necesitan $3.500.000 para cofinanciar el estudio de la cuenca hidrográfica que todos los días les da el sustento con la extracción de material de arrastre, tal como lo orden el Juez Primer Civil de Tuluá, los amigos del río empezaron a tocar la puerta de su residencia en Andalucía con diversos aportes.
Y era de no creer, dice González, pues a las 12 del medio día del este domingo ya había recolectado $1.600.000, sin moverse de su vivienda.
“A la puerta de mi casa en Andalucía, han llegado jóvenes, gente mayor a aportar dinero para que se realice el estudio del estado real del Río Bugalagrande y también para evitar se sancione a los areneros de Bugalagrande – Asotribu, es así que he recibido donaciones de $5.000, de $12.000, de $20.000, de $45.000, de personas que viven en Andalucía, en Bugalagrande y sienten al 100% la defensa del Río Bugalagrande, a ésta hora 12:00 meridiano de domingo 24 de enero llevo recogido $1.600.000, me falta $1.900.000; que creo llegarán en monedas y billetes de $2.000, de gente agradecida con el Río y de haber bañado en sus aguas”, escribió este abogado.
“Ellos (los aportantes) están muy identificados con que hay que hacer un estudio muy serio de la cuenca del río”, agregó González, tras agregar: El señor Juez Primer Civil de Tuluá determinó y tasó que la concesionaria de la doble calzada Tuluá-Bugalagrande Pisa debería pagar el 50%; Asoribut el 25% y Asotribu que es la asociación de areneros de Bugalagrande, que son lo que menos dinero tienen comparados con las mencionadas entidades, aportarían otro 25%.
El estudio que será realizado por la Unidad Central del Valle del Cauca, Uceva, deberá indicar en qué estado se encuentra la cuenca del río Bugalagrande, ya que el más reciente se realizó en 2012 por la Universidad del Valle. Se considera que en los últimos diez años se han extraído de este afluente de forma anti-técnica más de 50 mil metros cúbicos al año cuando se había establecido que sólo se podría explotar solo 4.893 metros cúbicos al año. “El estudio es la apertura de otros estudios de mayor capacidad económica, de mayor cientificidad. Por ejemplo, deberá decirnos que las grandes extracciones de material están dañando la ribera del río; nos tiene que decir que hay que hacer unos gaviones o protecciones a la bocatoma que surte a Andalucía y Bugalagrande, y nos indicará si hay necesidad de reforestar la parte alta de la cuenca o del páramo de las Hermosas”, indicó González.