Por: Marcial Blandón
La denuncia ciudadana que se hizo a través de Noticias Caracol, en la sección «El Reportero soy yo» en la que evidencia el incumplimiento de la entrega de los lotes de terreno en los programas de vivienda Solares de «Gualanday y Terranova» por parte de Infituluá, tocó más de un callo.
Los directivos de Infituluá, salieron de inmediato a responsabilizar a la anterior administración por el incumplimiento, versión que fue apoyada por los defensores de turno; lo único cierto es que la demora en la entrega de los programas de vivienda ha perjudicado ostensiblemente a sus propietarios.
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Lo que nadie le ha parado bolas es al crudo informe que entregó la Contraloría Municipal a la investigación fiscal que adelantó al Instituto de Financiamiento Promoción y Desarrollo de Tuluá, mediante la Auditoria con Enfoque Integral Modalidad Regular vigencia 2019, que arrojó unos resultados preocupantes.
En la juiciosa auditoría que celebró el órgano de control fiscal municipal establecieron 44 hallazgos administrativos que obligan a la entidad a presentar un Plan de Mejoramiento para su respectiva corrección; 25 hallazgos disciplinarios por presuntamente infringir la normatividad vigente; un hallazgo sancionatorio y 7 hallazgos con alcance fiscal por un posible detrimento patrimonial por valor de $ 1.929’.091.092.oo. Una cifra sencillamente escandalosa.
La Contraloría Municipal deja ver una ineficiente gestión de la gerencia durante la vigencia 2019, al No Fenecer la cuenta de Infituluá, ya que el puntaje obtenido en la calificación de la evaluación de la gestión fiscal no supera el puntaje mínimo establecido el cual corresponde a 80 puntos.
Otro hecho relevante que denota la pésima gestión de la anterior administración es que en la auditoría la Contraloría Municipal, conceptúa que el control de resultados es desfavorable, de acuerdo con la aplicación de la matriz de calificación la cual arroja un puntaje de 78.4 puntos, cálculo muy por debajo de los estándares establecidos.
Otro ítem que se raja en el proceso auditor es el Control Financiero y Presupuestal. Dice la Contraloría en el informe final que el Instituto de Financiamiento Promoción y Desarrollo de Tuluá, en la vigencia 2019 obtuvo un resultado desfavorable, toda vez que Infituluá, solo alcanza una calificación de 77.5 puntos cuya ponderación es negativa en el control financiero y presupuestal.
La comisión de auditoría pudo establecer que Infituluá adelantó la construcción de la Plaza del Artesano en el Coliseo de Ferias «Manuel Victoria Rojas», en la cual evidenciaron que la obra tiene fisuras en pisos de salones de estación del tren y hotel central, humedad por rebose de canaletas de aguas lluvias y humedad bajo la losa, existe un inadecuado proceso para fijación en punto de apoyo de la estructura metálica para soporte de la cubierta, en el cual la entidad de control fiscal encuentra un presunto detrimento patrimonial por valor de $92’.454.852.oo.
En procesos contractuales de instalación de redes, suministro de material de ferretería, de hierro, tubería, accesorios, alquiler de maquinaria equipos para la construcción de la Urbanización Terranova, la Contraloría Municipal estableció que la gerencia de Infituluá, adelantó una gestión fiscal antieconómica, ineficaz e ineficiente, ya que los recursos invertidos no surtieron el efecto esperado de complementar y dar al servicio la infraestructura del sistema de alcantarillado sanitario para el programa de vivienda.
Otro hallazgo administrativo con alcance disciplinario y fiscal, es el relacionado al asesoramiento y elaboración de minutas y acompañamiento en el proceso de escrituración y registro de las mismas para el proyecto Mercaplaza Bicentenario. Indicó sobre el particular el organo de control fiscal que Infituluá había pagado con anterioridad el acompañamiento en el proceso notarial y registral del cual la comisión de auditores no halló evidencia y denota una falta de seguimiento y control por parte de la entidad auditada.
Una vez la Contraloría Municipal, efectuó el seguimiento al Plan de Mejoramiento firmado por Infituluá, a las auditorias de las vigencias 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018, pudo comprobar que la administración que estuvo al frente de la entidad en el año 2019, no aplicó las medidas correctivas o preventivas tendientes a mejorar las observaciones para que Infituluá preste un mejor servicio a la sociedad tulueña. El reproche de la Contraloría, será objeto de un proceso sancionatorio en contra de las personas que ejercieron la gerencia de Infituluá durante la vigencia auditada.
El extenso documento en el que se condensa el informe definitivo de la Contraloría Municipal, arroja una pésima gestión de Infituluá durante el año 2019 e involucra a quienes ejercieron la representación legal de la entidad a ejercer su defensa jurídica ante la Procuraduría Provincial de Buga por los presuntos hallazgos disciplinarios y ante la oficina de Responsabilidad Fiscal de la Contraloría Municipal por una presunta lesión al patrimonio de los tulueños bastante considerable.
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Luego de sufrir una penosa enfermedad, dejó de existir el concejal conservador de Trujillo y docente, Guillermo Trujillo, quien para el período 2021 había sido elegido segundo vicepresidente de la Corporación Edilicia.
q.e.p.d.
Sus amigos de bancada, dirigentes políticos, gremiales y sector docente recuerdan a Guillermo Trujillo como hombre amante de la historia; un docente abnegado que prestó sus servicios al colegio Sagrado Corazón de Jesús de Trujillo, y ahora como Concejal, se había distinguido por ser un defensor de los intereses ciudadanos y la consolidación de programas para el sector campesino.
Mónica Noreña podría ser el reemplazo de éste edil en el Concejo de Trujillo.
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