Dardos políticos en tiempo de Coronavirus

Por: Marcial Blandón

Se cumplen nueve días del paro nacional convocado por las centrales obreras, Fecode y organizaciones sociales, al cual se han unido marchas del sector camionero, «la mancha amarilla» de los taxistas en Colombia, la minga indígena y todo aquel que ha querido manifestar su inconformidad de acuerdo a la afectación que sienten por la políticas equivocadas del Gobierno nacional.

El daño a la infraestructura del País es incalculable; estos nueve días de protesta solo han dejado desolación y muerte, vandalismo y afectación al sector comercial. El mayor triunfo de quienes salieron a marchar pacíficamente es el retiro de la Reforma Tributaria, que presentó el Gobierno Nacional a estudio del Congreso de la República y la posterior renuncia del cuestionado Ministro Carrasquilla.

Cali, «la sucursal del cielo», «la sultana del Valle», «la capital deportiva de América» y otros calificativos más que la han hecho conocer como la capital cívica de Colombia, está destruida por bárbaros que descargaron toda su furia en contra de su historia y la destrucción de los legados que le han dejado sus antepasados. Da tristeza ver las imágenes que la prensa y redes sociales muestran de lo que era una ciudad pujante y de desarrollo en Colombia.

Manifestantes en Buga quemaron los vehículos que se encontraban en los patios de transito municipal

Cuantas nefastas consecuencias quedan de la movilización nacional; los padres de los fallecidos, hermanos y demás familiares que lloran su partida al viaje eterno, cuantos lesionados, manifestantes y de la fuerza pública, muchas con secuelas para toda la vida; cuantos comerciantes vieron en minutos desaparecer sus negocios que levantaron con el esfuerzo de toda su vida. Las pérdidas son incalculables e irreparables.

¡Quién ganó! El pulso lo medirá cada quien de acuerdo a su conveniencia, lo que si queda claro es que hubo un solo perdedor y esa es la Patria entera, ojalá el llamado al dialogo y al consenso nacional que ha efectuado el presidente de la República Iván Duque Márquez, sea escuchado por todas las fuerzas del País, los partido políticos de gobierno y de oposición, por el Comité Nacional del Paro, organizaciones sociales y la Iglesia. Solo el diálogo y el entendimiento en intereses comunes sacan a Colombia del precipicio para donde va sin quien lo ataje.

En Cali fueron quemados varios vehículos de transporte público

Todo se paralizó, la mayoría de actividades en ‘statu quo’, las agendas  políticas en el congelador, la pandemia del Covid-19, pareciera que pasó a un segundo plano, solo el clamor que se siente en los centros hospitalarios pidiendo a gritos que los marchantes que cerraron el País, permitan que los vehículos que transportan oxígeno puedan llegar a su destino para salvar vidas. El acabose total.

Se requiere un Pacto Social Nacional como lo han propuesto varios sectores del País, liderado por el presidente de la República y sin exclusiones de ninguna naturaleza, donde quepan todos; los efectos políticos del paro no se pueden medir como rasero para la convocatoria; papel fundamental deben jugar jóvenes y estudiantes  que se movilizaron como nunca lo había hecho en el pasado.

Estudiantes de la Facultad de Medicina rechazaron la proyectada Reforma a la Salud

Es la hora de todos coger por el mismo camino, el de la reconciliación nacional, nuestros líderes naturales deben mostrar ese liderazgo para reconciliar el País, partiendo de nuestra Gobernadora Clara Luz Roldan y el alcalde de la capital del Valle, Jorge Iván Ospina, unidos al lado de Dilian Francisca Toro, que ostenta la dignidad de orientar una de las colectividades políticas  más importantes como es el Partido de la U.

De los dirigentes de los partidos más antagónicos el Centro Democrático y la Colombia Humana, de Senadores de Polo Democrático como Alexander López y Wilson Arias, sectores gremiales y alternativos del departamento. Solo unidos encontramos la salida del oscuro laberinto en el que se encuentra Colombia.