Un búho de anteojos de la especie Pulsatrix perspicillata juvenil, fue entregado a funcionarios de la CVC luego que un ciudadano del municipio de Trujillo lo recogiera, al parecer, tras caer de un árbol, brindándole los primeros auxilios porque presentaba una pequeña laceración en su nuca.
De inmediato, fue trasladado a la estación de paso de fauna silvestre en la Dirección Ambiental Regional Centro Sur de la CVC, en el municipio de Buga, donde se le hizo una valoración veterinaria, se le aplicaron medicamentos y se le brindó alimentación.
El búho será llevado al Centro de Atención y Valoración de Fauna San Emigdio de la CVC, en zona rural de Palmira, para recibir tratamiento especial y luego ser liberado en su hábitat natural.
Recomendaciones: “no los tomes”
Profesionales de la CVC hacen un llamado a la comunidad para no extraer los pichones o especies juveniles de búhos o aves, pues la gente tiende a manipularlos en un intento por rescatarlos, al verlos indefensos, tiernos, pequeños, un poco torpes y demasiado bonitos. La recomendación es hacer todo lo contrario, es decir, dejarlos en el sitio para que sus padres los recuperen y retornen al nido.
Según lo expresado por Maricel Peña, profesional de la CVC, “cuando ven un ave en el suelo, las personas piensan que sus padres la abandonaron y, sin duda, con las mejores intenciones, quieren ‘salvarla’. Sin embargo, esta actuación no es la mejor, ya que las personas las encuentran generalmente durante el día, cuando sus padres descansan y lo que hacen es separarlos de sus progenitores, pues mientras haya presencia humana junto al animal, no aparecerán. Cuando un ciudadano encuentra un polluelo o juvenil fuera de su nido y lo recoge para llevárselo a la casa, con la intención de ayudarlo, lo que en realidad puede propiciar es su muerte o el desprecio de sus padres” señaló Peña de la CVC.
Una forma de ayudar es que, dentro de las posibilidades, se pueda examinar al animal para constatar si hay una herida o daño visible, de ser así, se recomienda no intentar curarlos en casa y contactar a las autoridades ambientales de inmediato.
“Si el animal no está herido y no hay peligro de perros, gatos o niños alrededor, se aconseja dejarlo donde se encontró. Seguramente, en la noche sus padres ya estarán despiertos y buscarán a su pichón”, puntualizó la funcionaria.
En el caso de la fauna silvestre, las personas nunca podrán sustituir los cuidados que brindan los padres, la comida que ellos proporcionan y las enseñanzas para lograr que tengan éxito en la vida silvestre.