Luego de escuchar al Personero de Tuluá queda la certeza que, 17 años después de la desmovilización de las autodefensas del Bloque Calima y cinco del Pacto de Paz con las Farc, la pesadilla del conflicto armado en las montañas de esta ciudad sigue latente entre sus pobladores rurales, solo que con nuevos protagonistas: la Compañía Adán Izquierdo integrada por disidencias de las Farc y un grupo, de posible origen paramilitar, cuya identidad y propósitos no han sido revelados.
El nuevo agente armado, que ante algunos labriegos se identificó como grupo estratégico y que está conformado por veinte hombres, ha atemorizado los pobladores de los corregimientos de La Moralia y La Marina y la vereda La Alejandría. “Lo ciento es que son hombres que andan vestidos de camisa y pantalón café, muy similares a lo que utiliza el Batallón de Desminado, utilizan botas de caucho y portan fusiles, algunos, fusiles muy especializados inclusive armas con silenciador que están atemorizando la población, la están degradando a niveles humillantes, poniéndoles fusiles en la cabeza para que les den información presuntamente de presencia de actores armados”, dijo el personero de Tuluá Pedro Antonio Ordóñez, en entrevista concedida al periodista Norbey Palacio de la emisora Guasca 94.1
El pasado martes, este grupo armado iba a matar un campesino porque no entregaba información de disidentes de las Farc. El hombre, tras escapar de sus raptores, instauró la denuncia ante la Personería de Tuluá. Según el labriego, fue detenido por varios hombres armados y encapuchados que lo hicieron caminar arrodillado varios metros entre la montaña; una parte del grupo se quedó cavando una fosa, mientras otros le colocaron una arma en la cabeza. Él logró confrontarlos y huir en medio del bosque, pese a los continuos disparos que éstos le hicieron. Tras escabullirse entre el bosque llegó a La Moralia.
“El lunes de esta semana, -dijo el Personero de Tuluá,- en horas de la noche subieron nueve carros de desminado humanitario, pasan por La Moralia, pero en Venus desaparecen cuatro y siguen solo cinco; lo importante es que no han sido reportados por desaparecidos; esto se vuelve tenso, la población está en medio de un fuego cruzado, tenemos la responsabilidad de acompañar el grupo de desminado humanitario, es un grupo que no tiene armas de defensa, pero también tenemos campesinos que proteger, la situación de la zona rural de Tuluá empieza a complicarse”.
El grupo cooperativo La Comunal, conformado por trabajadores del campo que comercializan sus productos a través de esta organización, se siente amenazado, siente en riesgo su vida. A esa tensa situación se unen los panfletos que la organización armada ha repartido en la zona rural de los municipios de Sevilla, Caicedonia, Andalucía, Bugalagrande, Buga y Tuluá. En ese a folleto imponen reglas de convivencia, ejercen presiones a los dueños y mayordomos de fincas, expiden normas de conducta para las jóvenes y regulan a la explotación minera y horarios de ingreso y salida de los vehículos.
El Representante del Ministerio Público adelantó una alerta temprana ante las entidades encargadas, pero descartó la posible presencia de un grupo paramilitar. No obstante, en el diálogo con el periodista Norbey Palacio, reveló que “también me llegó un informe bien privado que me indica que miembros de la fuerza pública, me dicen hasta de que compañías de batallones, están andando con el rostro tapado lo cual es violatorio de las normas de derecho internacional y del Estado Social de Derecho”.
En la región rural de Tuluá se ha visibilizado a través de la Personería de Tuluá la violación de los derechos humanos, pero muchas de sus víctimas no han formulado las denuncias, a pesar que la misma comunidad ha revelado que se están reclutando los niños. “Entre noviembre y diciembre del 2020 tuvimos unos casos, pues ante la ausencia del Estado muchos prefieren estar en la guerrilla”, agregó.
La Compañía Adán Izquierdo responsabiliza al Ejército de Colombia
Mediante un comunicado, la Compañía disidente Adán Izquierdo de las Farc responsabilizó al Ejército de Colombia “por lo que pueda pasarle a la gente de las veredas La Alejandría, Naranjal, El Retiro y Guayabito del corregimiento de La Moralia ante las operaciones que está realizando en pequeños comandos y sin insignias o algo que los identifique que pertenecen a las fuerzas del Gobierno”.
El mismo documento detalla que un pequeño comando interceptó a un campesino de la vereda La Alejandría, y como en los tiempos de las autodefensas, lo golpearon e hicieron el hueco supuestamente para asesinarlo, esto con el fin de llenarlo de temor y que les diera una información que ellos necesitaban saber. El campesino logró escaparse.
“Exigimos al comandante del Batallón Batalla Palacé de Buga y al comandante del Batallón de Alta Montaña número 10, ubicado en el corregimiento de Barragán, municipio de Tuluá, que se pronuncien y le aclaren al pueblo su nuevo modo de operar y que es lo que está pasando con los comandos que están haciéndose pasar por miembros de las autodefensas”, indicó el documento.
Finalmente el grupo guerrillero recomendó a los campesinos en su comunicado la creación de grupos de WhatsApp para alertar cuando se vea afectada la seguridad de los habitantes de la zona rural.
El conflicto armado generado por las AUC, las Farc y el ELN en la región rural de Tuluá, según la Red Nacional de Información de la Unidad de Víctimas, dejó 31.138 personas asesinadas.